Investigadores de la Universidad de Yale desarrollaron una vacuna de ARNm que brinda una protección parcial contra la enfermedad de Lyme, el padecimiento más común que transmite la garrapata a los humanos.
Dada a conocer por primera vez el 17 de noviembre en la revista Science Translational Medicine, la novedosa vacuna, desarrollada y probada en conejillos de indias, brinda una protección contra la infección de la bacteria que provoca la enfermedad de Lyme. También puede combatir otras enfermedades contagiadas por garrapatas.
Las garrapatas específicas que se estudiaron incluían la Ixodes scapularis —conocida comúnmente como garrapata de los ciervos—, la cual porta una bacteria llamada Borrelia burgdorferi, que provoca la enfermedad de Lyme.
En vez de atacar virus o bacterias específicas que pueden provocar la enfermedad, esta vacuna está diseñada para atacar las proteínas salivales de la garrapata que se liberan en los humanos a través de heridas abiertas.
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Así, en vez de suscitar una respuesta inmunológica contra un patógeno en particular, esta vacuna limita la cantidad de tiempo que las garrapatas tienen para alimentarse e infectar a un portador.
Los investigadores dijeron que la vacuna imita la misma tecnología de ARNm que ha resultado ser efectiva contra el covid-19.
“Nuestra vacuna es única en tanto que en realidad no atacamos el patógeno, atacamos el vector”, comentó al Yale Daily NewsJacqueline Mathias dos Santos, una coprimera autora del artículo y asociada postdoctoral en la Escuela de Medicina de Yale.
“Esta estrategia puede funcionar para la Borrelia porque se requiere que una garrapata se alimente por 24 horas para que se transmita el patógeno. Esto ofrece una oportunidad única para interrumpir la transmisión. Además, al atacar el vector, no esperamos que esto propicie una resistencia de parte del patógeno”, añadió.
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“Hay múltiples enfermedades trasmitidas por garrapatas, y este enfoque ofrece potencialmente una protección con una base más amplia que una vacuna, la cual ataca un patógeno específico”, dijo Erol Fikrig, autor principal del estudio, profesor Waldemar Von Zedtwitz de medicina (enfermedades infecciosas) y patogénesis microbiana en la Escuela de Medicina de Yale. “También se puede usar junto con vacunas más tradicionales, basadas en patógenos, para aumentar su eficacia”.
Los investigadores de Yale colaboraron con la Universidad de Pensilvania para analizar fragmentos de ARNm que producen las 19 proteínas salivales.
Una advertencia en la investigación indicó que la misma vacuna que ayuda a los conejillos de indias no ayudó a ratones.
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Los investigadores especularon que esto se debe a la incapacidad de los ratones de adquirir una resistencia natural a las garrapatas después de la infección, o que las garrapatas tal vez hayan evolucionado para desarrollar maneras de alimentarse específica y repetidamente de ratones.
Otra teoría es que la piel de los conejillos de indias, como la humana, tiene más capas que la de los ratones.
Fikrig dijo que se necesitan más estudios para descubrir cómo las proteínas en la saliva pueden prevenir la infección. Esto con el tiempo podría incluir pruebas en humanos para entender los niveles de eficacia de la vacuna. N
(Publicado en cooperación con Newsweek / Published in cooperation with Newsweek)