EL CONFLICTO de Yemen acaba de alcanzar otro hito vergonzoso: 10,000 infantes han sido asesinados o mutilados desde que se iniciaron los combates en marzo de 2015, es decir, cuatro niños al día, informó la Unicef.
“¿Tenemos que seguir añadiendo niños a esta lista miserable, día tras día, mes tras mes, año tras año? Yemen es el peor lugar del mundo para ser niño; increíblemente, va a peor”, dijo James Elder, portavoz de Unicef, a su vez, señaló que estos son los casos que la ONU ha podido verificar.
El país ha estado plagado de una de las peores crisis alimentarias del mundo, con casi 2,3 millones de niños menores de cinco años que sufren de desnutrición aguda en 2021. De estos, se espera que 400,000 sufran desnutrición aguda grave y podrían morir si no reciben tratamiento urgente.
Una peligrosa combinación de factores, impulsada por el conflicto y el declive económico y ahora exacerbada por covid-19, ha agravado la grave situación de los niños más pequeños de Yemen, indica Unicef.
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Además, más de dos millones de niños no asisten a la escuela. Otros cuatro millones están en riesgo de abandonarla, dos tercios de los maestros, más de 170.000, no han recibido un salario regular durante más de cuatro años.
1,7 millones de niños están ahora desplazados internos debido a la violencia. A medida que se intensifica la violencia, particularmente alrededor de Marib, más familias están huyendo de sus hogares.
“La asombrosa cifra de 15 millones de personas (más de la mitad de las cuales son niños, 8,5 millones) no tienen acceso a agua potable, saneamiento o higiene”.
“En los niveles de financiación actuales, y sin poner fin a los combates, Unicef no puede llegar a todos estos niños. No hay otra manera de decir esto: sin más apoyo internacional, morirán más niños, aquellos que no tienen ninguna responsabilidad en esta crisis”, indica Unicef. N