EN MÉXICO somos el séptimo mercado de combustibles a escala mundial, y no somos autosuficientes en este rubro, pretendemos serlo al incrementar la utilización por arriba del 80 por ciento. Pero la pregunta a realizarnos es si tendremos el dinero suficiente para mantener la operación en forma continua de este objetivo, y además, qué políticas públicas hay para cambiar por carros del tipo eléctrico en su totalidad, si no hay inversiones en redes de transmisión y distribución de la electricidad. Cómo haremos bajar los costos de cada KW si en nuestras casas el 30 y hasta el 50 por ciento del costo de nuestro recibo está en estos dos rubros.
Actualmente hay una peroración narrativa sobre dejar de contaminar, según el plan de cada agenda oculta de cada país, región o continente. Esto simplemente para mitigar las incertidumbres que son parte del futuro inmediato de cada una de ellas.
La peroración que en todo el mundo hoy día está en boga es la eliminación o desuso de los hidrocarburos en el mundo. Es una falacia cantada que necesita ser modificada con verdades. Todo esto se ha concentrado en mencionar que, al cambiar los carros de combustión al tipo eléctrico, se disminuirán las emisiones de gases de efecto invernadero. Esto es verdad a medias debido a que cada tipo de automóvil dependerá de la energía primaria, en cómo fue transformada y qué tipo de portador de energía se convirtió, combustible o electricidad para su uso.
Según datos de NOAA1 (Administración Nacional Atmosférica y Oceánica), los niveles de dióxido de carbono (CO2) en la atmósfera de la tierra alcanzaron en 2020 un promedio de 412.5 partes por millón (ppm), lo que supone 2.6 ppm más que en 2019 y el nivel más alto de los últimos 3.6 millones de años (en el periodo cálido del Plioceno Medio había entre 380 y 400 ppm).
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Esto indicaría que hay una mayor cantidad de CO2, y por lo tanto está costando más trabajo a la naturaleza poder desdoblar esta molécula para producir el oxígeno necesario en el aire y poder respirar. Es posible que hoy en alguna parte del mundo, con la experiencia de cambios genéticos, estén desarrollando modificación a plantas que genéticamente produzcan más oxigeno, con una tasa de crecimiento alto y rápido.
Hay que dejar claro lo siguiente en los diferentes tipos de automóviles de pasajeros usados en el mundo:
Motores de Combustión. Requieren un combustible que pueda hacer una explosión en la cámara de combustión para poder accionar el pistón y el árbol de levas y realizar la maravilla de mover toneladas de piezas a ciertas velocidades en función de los litros consumidos. La trola verdadera hoy indica que este tipo de carros son los que más contaminan al emitir una mayor cantidad de contaminantes a la atmósfera, y gran parte del monóxido de carbono, al no realizar una combustión completa, siendo esto lo que las plantas no pueden desdoblar en oxígeno. Pero solo estamos hablando del punto de combustión en el motor, a lo que debemos adicionar lo que se necesita para producir en las refinerías un barril de gasolina.
La fórmula debería ser así: Total de CO2 = CO2 refinería por barril + CO2 de combustión en motor.
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Híbridos. Son aquellos que combinan un motor de combustión interna y uno o varios motores eléctricos. La ventaja respecto al primero es que puede utilizar entre un 30 y 35 por ciento menos de combustible, y emitir entre 25 y 30 por ciento menos de CO2 a la atmosfera. Usa combustibles fósiles y tendría que usar la misma fórmula que un motor de combustión para calcular el CO2 producido.
Eléctricos. Motores que no requieren combustibles y no realizan emanaciones al transitar. Pero dependen de una autonomía de recorrido en función de su velocidad promedio a utilizar. Pero estos, su trola verdadera, es que también contaminan, y no al ser utilizados, sino por el tipo de materia prima que se utiliza para generar la electricidad que los recarga. Este tipo de automóvil pudiera producir alrededor de 7.20 kg de CO2 por 100 km recorridos a 80 km/hora si la electricidad proviene de una planta de ciclo combinado. En cambio, si fuera con energía limpia del tipo renovable, tendría que ser cero.
Fórmula: Total de CO2 = CO2 por la planta de generación de la electricidad.
En la imagen siguiente véase la ejemplificación de cada tipo de motor:
Ahora imagina: en el mundo hay 10 millones de automóviles de pasajeros entre eléctricos e híbridos, y más de 1,040 millones del tipo de combustión. Para cambiar todos en 30 años deberían estarse vendiendo a partir de 2022 más de 120 millones de carros solo del tipo eléctrico, para eliminar a los de combustión e híbridos.
¿Existe las suficientes fábricas, materiales y materias primas para hacer esto? ¿Y el suficiente potencial de clientes dispuestos a pagar por ellos? Para lograr esto se depende(rá) de las políticas públicas y de la facilitación de poder mutar a carros eléctricos, permitiendo inversiones para su realización.
Hacer un discurso peroración no real no ayuda para el futuro. N
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Ramsés Pech es analista y asesor de la industria energética y en economía. Los puntos de vista expresados en este artículo son responsabilidad del autor.