LA PRESIDENTA electa de Birmania, Aung San Suu Kyi, ya procesada por violar “normas comerciales y sanitarias”, fue nuevamente acusada este lunes de otros dos delitos, mientras el país sigue bajo tensión tras la jornada de represión más mortífera desde el golpe de Estado.
La Premio Nobel de la Paz está ahora procesada por violar una ley de telecomunicaciones y por “incitación al desorden público”, dijo a la AFP el abogado Nay Tu, miembro de su equipo de defensa, tras la audiencia, a la que Aung San Suu Kyi asistió por videoconferencia.
No te pierdas: Reino Unido y Canadá congelarán activos de tres generales de Birmania tras golpe de Estado
Antes había sido acusada de importar ilegalmente walkie-talkies y de incumplir las restricciones por el coronavirus, unos motivos considerados extravagantes por los observadores internacionales.
Incomunicada desde su detención a inicio de febrero, estaba “al parecer en buen estado de salud”, dijo su abogado principal, Khin Maung Zaw, que vio a su cliente por videoconferencia por primera vez y aún no se le ha permitido reunirse con ella. El 15 de marzo está prevista una nueva vista.
Las nuevas acusaciones se dan a conocer un día después de la jornada de represión particularmente sangrienta que dejó al menos 18 personas muertas, según la ONU, basándose en “información creíble”.
La televisión estatal MRTV anunció que se efectuaron 1,330 arrestos y once personas perdieron la vida, e informó que “se ordenó a las fuerzas de seguridad no utilizar balas reales contra los manifestantes”.
También lee: UE prepara sanciones económicas contra militares responsables del golpe de Estado en Birmania
Por su parte, el secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, condenó en Twitter la “abominable violencia de las fuerzas de seguridad birmanas”.
“El uso de la fuerza letal (…) y las detenciones arbitrarias son inaceptables”, dijo por su parte el secretario general de la ONU, Antonio Guterres.
El jefe de la diplomacia británica, Dominic Raab, ensalzó la valentía del pueblo birmano ante “esta brutalidad”.
“El mundo debe intensificar su respuesta. Las palabras de condena son bienvenidas, pero no son suficientes”, dijo el relator especial de la ONU, Tom Andrews, y explicó que se dará a conocer una lista de opciones que propondría al Consejo de Seguridad. N