Los expertos recomiendan evitar tener sexo con cualquier persona fuera del entorno cercano u hogar.
EL CONTACTO cercano a menos de dos metros con una persona contagiada o sospechosa de padecer COVID-19 puede exponer al otro al virus sin necesidad de tener relaciones sexuales.
La sexualidad está multideterminada e incluye lo social y lo biológico y no depende del COVID-19. Esta tiene la posibilidad de expresarse desde diversas dimensiones, sin embargo, ante la tensión que puede generar el confinamiento en los seres humanos, la sexualidad puede utilizarse como vía para el desahogo por medio de la violencia que sí es una condición que trae consigo la pandemia, explica la doctora Maricarmen Montenegro Núñez en entrevista con Newsweek México.
Durante los primeros meses de la pandemia diversos fueron los consejos de especialistas sobre la vida sexual, y entre ellos sugirieron mantener encuentros sexuales solo con personas conocidas y evitar las relaciones casuales, y otros más recomendaron usar un cubrebocas y evitar los besos.
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La actividad sexual no cesa con la pandemia de COVID-19 y, si se siguen las orientaciones sobre el sexo seguro y consentido durante los periodos de aislamiento, se puede proteger la salud propia y la de la pareja, informa la Organización Mundial de la Salud (OMS).
En México, la Secretaría de Salud implementó un semáforo COVID-19 para encuentros sexuales.
El color verde significa seguridad. Se trata de un encuentro sexual con uno mismo, con un lavado de manos y de juguetes sexuales previo, por al menos 20 segundos.
Amarillo es un bajo riesgo. Sexo consensuado con la persona con la que se vive, conociendo su estado de salud y siguiendo las medidas sanitarias adecuadas.
El color naranja tiene un alto riesgo. Este surge cuando se mantienen relaciones sexuales con parejas habituales, sin dejar de lado las medidas de prevención por COVID-19.
Cuando una persona llega al semáforo rojo el riesgo es muy alto. Es aquí cuando las recomendaciones se omiten y se mantienen encuentros sexuales con una o más personas desconocidas, de las que se desconoce su estado de salud y las medidas de seguridad que han seguido, lo que deriva en grandes posibilidades de contraer el virus.
“Aunque en el siglo pasado se pensaba en la sexualidad en función de la procreación, una idea tremendamente conservadora, para este momento se ha superado y la gran mayoría de la sociedad entiende que tiene otras posibilidades como es el gozo y el placer sin olvidar lo que se conoce como el erotismo.
“El uso de caretas, cubrebocas o algún elemento que evite el contacto y la cercanía de los cuerpos sí puede afectar la sexualidad si la pensamos como un acto de disfrute y gozo porque no habrá tales, es por ello que el mantener los encuentros con personas cercanas o conocidas y con la seguridad de que han seguido los cuidados necesarios es lo más recomendable”, comenta la también docente de la materia sexualidad humana en la Facultad de Psicología de la UNAM.
MUCHAS MANERAS DE EXPRESAR LA SEXUALIDAD
La experta añade que no se debe perder de vista que la sexualidad es mucho más amplia y va más allá de los encuentros sexuales: “Ahora podemos usar el término diversidad sexual donde no solamente se entiende la expresión de la sexualidad en un término dicotómico (de ser hombre o ser mujer), sino que la propia condición nos ha enseñado que hay muchas maneras de tener y expresar la sexualidad”.
La doctora Montenegro Núñez también recomienda dejar de lado la idea de que, al relacionarse (social o sexualmente) con las personas conocidas o cónyuge, no habrá contagio alguno, “como si el contagio viniera de fuera, la transmisión no es solo por los desconocidos, muchas veces las familias son parte de quienes generan numerosos contagios”.
En un caso de estudio, comenta la doctora, una persona habló de su preocupación por tener una pareja que salía a la calle y consideraba que no se cuidaba lo suficiente, por lo que prefería que ambos estuvieran en recámaras separadas.
“A veces el distanciarse es un acto de amor que no tiene por qué malinterpretarse, el COVID-19 dio luz a la intolerancia, al rechazo, al abandono y otros problemas de pareja, pero, en sí mismo, como condición biológica si no se tiene relaciones sexuales por seguridad esto no afecta.
“En un ambiente donde hay condiciones de seguridad, de protección, de amor y de cercanía existe la confianza de mantenerlas. En cuanto a la distancia social o el confinamiento, el no tener relaciones sexuales no genera daños físicos o psicológicos, otros pueden ser los factores que perjudiquen como la falta de dinero o la violencia que sí pueden derivar en una afectación a la sexualidad”.
De acuerdo con ONUSIDA se ha encontrado coronavirus en heces de personas infectadas, por lo que el rimming (contacto de boca con ano) puede conllevar un riesgo de transmisión, lo que se debe tener presente a la hora de un encuentro sexual.
La misma organización recomienda evitar mantener sexo con cualquier persona fuera del entorno cercano u hogar.
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“Si tienes relaciones sexuales con otras personas debes asumir que los riesgos de contraer el coronavirus son mayores. Si generalmente conoces a tus parejas sexuales en línea o si tu ocupación principal es el trabajo sexual, considera tomarte un descanso de las citas en persona. Encuéntrate con tus parejas por videollamada o chat y evita el riesgo que conlleva el contacto físico en este momento”, recomienda la organización.
ONUSIDA hace énfasis en que “tú eres tu pareja sexual más segura. La masturbación no propagará el COVID-19, especialmente si te lavas las manos (y cualquier juguete sexual) con agua y jabón durante al menos 20 segundos antes y después del acto.
“La próxima pareja más segura es alguien con quien vives habitualmente y ha respetado el confinamiento igual que tú. Tener contacto cercano, incluido el sexo, con solo un pequeño círculo de personas ayudará a prevenir la propagación de COVID-19”.
Es importante evitar por completo el sexo, señala ONU, cuando hay sospecha de que una persona o su pareja puede tener COVID-19, además es necesario evitar los besos.
La doctora Montenegro concluye que la sexualidad tiene controles subjetivos que no permite desbordarse, en tanto, el confinamiento no tiene toque de queda y puedo asegurar que la gente con precauciones y sin ellas mantiene relaciones amorosas y sexuales”. N