Una mujer sale despavorida de su domicilio ubicado en la colonia Jardines de Kanasín, huyendo de la agresión de su esposo luego de la golpiza que le habían propiciado. Pide ayuda y va la policía para arrestar al violento sujeto, pero ya era demasiado tarde pues se había colgado.
Pese a los esfuerzos de los uniformados y paramédicos por bajarlo, nada pudieron hacer y se convirtió en la víctima número 31 de suicidios que han tenido lugar en Yucatán en lo que va del año, estadística que marca un severo incremento de la tasa en comparación con el año pasado.
Hay quienes buscan justificar que debido al confinamiento y a la situación económica que impera en el estado debido a la pandemia, está resultando el factor determinante del incremento del porcentaje en lo que va del año.
Es claro que estos elementos son factores que están propiciando los suicidios, pero no hay que olvidar que este mal aqueja a los yucatecos desde hace ya varias décadas, en donde las autoridades poco o nada han hecho por esta situación, considerando a Yucatán como un estado con un alto índice de muerte autoinflingida.
Hasta el momento son 31 fallecidos por esta causa, de los cuales 25 son hombres y 6 mujeres, siendo la capital yucateca en donde mayor número de este tipo de casos se han registrado, seguido del municipio de Kanasín.
Tontamente hay quienes quieren vender la idea que la tendencia del suicidio en Yucatán se remonta a tiempos prehispánicos, que se refleja con la adoración de la diosa Xtab, pero esa es una vil mentira, porque las muertes están relacionadas a alcoholismo, drogadicción y problemas mentales, así como la forma más fácil para evadir problemas.
La diputada presidenta de la Mesa Directiva de la LXVI Legislatura del Congreso de Aguascalientes Nancy Gutiérrez, encabezó los trabajos...
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