UN PADRE refugiado tuvo que confirmar públicamente el fallecimiento de su hijo por COVID-19, en Canadá, después de que teorías conspiratorias en línea buscaron sembrar dudas sobre la causa de muerte del joven.
Yassin Dabeh, de 19 años, murió por coronavirus la semana pasada en su hogar, en la ciudad canadiense de London, según medios de comunicación locales.
Su fallecimiento fue la muerte más joven por COVID-19 en la provincia de Ontario, Canadá. Yassin, que trabajaba como limpiador en una instalación de cuidados de largo plazo, contrajo el COVID-19 a principios de enero.
Después del deceso del joven surgieron en las redes sociales teorías conspiratorias afirmando que el adolescente había muerto por suicidio o por una sobredosis de drogas. Los usuarios de internet alegaban un encubrimiento y atribuyeron las afirmaciones a la familia de Dabeh sin presentar evidencia. Muchos propagaron una desinformación que había circulado desde hace tiempo sobre una inflación deliberada de las cifras oficiales de muertes por el coronavirus.
También lee: Colchicina, medicamento antiinflamatorio, reduce las muertes por COVID-19 en 44 por ciento: estudio
El martes, el padre de Dabeh, Ahmad, dio una conferencia de prensa virtual en Zoom en un intento de aclarar la situación.
En lengua árabe y a través de un intérprete, Ahmad Dabeh dijo que la familia estaba “consternada” por los rumores y expresó su incredulidad ante las afirmaciones hechas por personas que “no estuvieron allí en el momento de su muerte y no estuvieron allí para verlo lidiar con el COVID-19”.
En los días previos a la muerte del joven, Ahmad dijo que su hijo se quejaba de dolor en el pecho, dificultad para respirar y dolencias en el cuerpo.
El padre doliente le pidió al público que “dejen de propagar estas mentiras y respeten el deceso [de Yassin] y le permitan descansar en paz”.
No te pierdas: Pareja canadiense usurpa vacunas contra el COVID-19 destinadas a tribu indígena
Los padres de Dabeh fueron obligados a no asistir al funeral de su hijo, comentó Ahmad, ya que también habían contraído el virus.
La familia de Dabeh llegó a Canadá como refugiada de Siria en 2016, reportaron medios de comunicación canadienses. La muerte de Dabeh provocó discusiones sobre una falta de protecciones adecuadas para los trabajadores esenciales y comunidades vulnerables en Canadá.
Jagmeet Singh, líder del Nuevo Partido Democrático de Canadá, tuiteó que Dabeh “huyó de una guerra” y tenía “esperanza en su futuro” en Canadá, hasta que le falló “un sistema donde las comunidades hechas vulnerables a causa de la pobreza, el racismo y la negligencia son las más afectadas”.
También lee: Joven hurta vacunas contra COVID-19 e inocula a sus amigos
Durante una sesión parlamentaria esta semana, Singh criticó al primer ministro, Justin Trudeau, por perder tiempo en prepararse para una posible elección en 2021 “cuando debió pasar todo ese tiempo protegiendo a los canadienses mediante asegurarse de que todos tengan acceso a la vacuna”.
De las diez provincias de Canadá, Ontario tiene el mayor número total de casos del COVID-19, con 258,700. A pesar de que ha asegurado más vacunas per cápita que cualquier otro país, el gobierno canadiense sufrió críticas por su introducción lenta.
Una escasez internacional de la vacuna de Pfizer-BioNTech resultó ser otro imprevisto en la campaña de inoculación en Canadá, ya que el país no tiene programado recibir algún embarque esta semana. N
—∞—
Publicado en cooperación con Newsweek / Published in cooperation with Newsweek