Escocia se convirtió en el primer país del mundo que hizo gratuitos los productos menstruales para todas, después de que los políticos aprobaran unánimemente una legislación “revolucionaria”. El proyecto de ley recibió la aprobación inicial del parlamento escocés en febrero, y los legisladores aprobaron la medida de manera oficial al votar unánimemente en su favor.
Ahora las autoridades locales tienen el deber legal de asegurarse de que los artículos gratuitos, como tampones y toallas femeninas, estén disponibles para “quienquiera que los necesite”.
Hace dos años, Escocia hizo historia cuando empezó a proveer productos sanitarios gratuitos a las estudiantes en las escuelas de educación media y superior a través de un programa gubernamental. Gales e Inglaterra siguieron su ejemplo el año pasado con programas similares que proveen productos sanitarios en las escuelas.
Entérate: Escocia será el primer país que ofrecerá gratis productos menstruales
La nueva ley de Escocia se basa en la medida anterior, y la Propuesta de Ley de (Provisión Gratuita de) Productos Menstruales (para Escocia) la convierte en un derecho legal.
El proyecto del ley fue presentado por Monica Lennon, miembro laborista del Parlamento escocés. Ella ha hecho campaña para acabar con la pobreza menstrual desde 2016 y dijo antes de la votación: “En estos tiempos oscuros, podemos darle luz y esperanza al mundo”.
En Twitter, la primera ministra escocesa, Nicola Sturgeon, dijo que estaba “orgullosa de votar por esta legislación revolucionaria”. Aileen Campbell, secretaria de comunidades de Escocia, alabó la aprobación de la legislación como un “momento significativo para la igualdad de género”.
Proud to vote for this groundbreaking legislation, making Scotland the first country in the world to provide free period products for all who need them. An important policy for women and girls. Well done to @MonicaLennon7 @ClydesdAileen and all who worked to make it happen https://t.co/4lckZ4ZYIY
— Nicola Sturgeon (@NicolaSturgeon) November 24, 2020
“Esta legislación hará mucho para hacer avanzar la igualdad de género y la justicia social aquí en Escocia y demás lugares, cuando otros países busquen seguir nuestro paso”, comentó Campbell.
Pobreza menstrual
Mundialmente, un mínimo de 500 millones de personas que menstrúan experimentan pobreza menstrual cada mes, según el Proyecto Borgen. El problema más grande es el costo alto de los productos. A pesar de ser una necesidad para la mitad de la población mundial, los productos menstruales son percibidos como un lujo cuando se trata del impuesto al valor agregado (IVA).
La tasa tributaria más alta a los productos sanitarios la tiene Hungría, con un IVA de 27 por ciento, seguida por Suecia con 25 por ciento y México con 16 por ciento.
Algunos países ha reducido o eliminado los impuestos a los productos menstruales, incluida una docena de estados en Estados Unidos y países como Kenia, Canadá, Australia, India, Malasia, Jamaica, Nigeria, Líbano y Trinidad y Tobago.
Period dignity pioneers. 👇
Proud of the trailblazing work led by councillors, staff, young people and the third sector in North Ayrshire. Well done @jcullinane86 and everyone who has supported this. #freeperiodproducts #perioddignity https://t.co/dfi3I3wz0i— Monica Lennon MSP (@MonicaLennon7) November 25, 2020
En marzo, el canciller de la Hacienda de Gran Bretaña, Rishi Sunak, anunció que el llamado “impuesto tampón” sería eliminado en el Reino Unido a partir de enero de 2021. El anuncio se dio tras años de hacer campaña.
Según las leyes de la Unión Europea, los tampones y toallas femeninas son clasificadas como artículos de lujo en oposición a los productos básicos, lo cual significa que los estados miembros no pueden reducir la taza tributaria por debajo del cinco por ciento. En 2019, Alemania redujo el impuesto a los productos sanitarios de 19 por ciento, la misma categoría de lujo que el caviar.
Dado que Gran Bretaña se salió de la Unión Europea, el impuesto se puede eliminar al final del período de transición el 1 de enero. El cambio ahorrará en promedio 40 libras de por vida, gracias a una reducción de 7 peniques para un paquete de 20 tampones y una reducción de 5 peniques para un paquete de 12 toallas femeninas.
Dificultad para acceder a los productos
Pero no es solo el costo de los productos lo que hace tan difícil la menstruación, pues el estigma hace que comprar los productos sea casi imposible para algunas, y las personas transgénero en especial enfrentan dificultades para acceder a los productos sanitarios.
Plan International U.K., una organización mundial de beneficencia infantil, publicó un estudio el cual mostraba que la pandemia del COVID ha empeorado el problema de la pobreza menstrual este año.
Halló que casi una tercera parte de las mujeres entre 14 y 21 años tuvieron problemas para adquirir o acceder a productos sanitarios durante el confinamiento. Aun cuando las escuelas de toda Gran Bretaña han proveído productos menstruales gratuitos desde el año pasado, el cierre de escuelas y centros juveniles durante la pandemia dejó a muchas sin las provisiones necesarias, dijo el grupo.
Más de la mitad de las encuestadas comentó que había usado papel de baño como una alternativa a los productos menstruales, y una de cada cinco muchachas expresó que sus períodos fueron más difíciles de manejar a causa de una escasez de rollos de papel. Los investigadores hallaron que 71 por ciento se sentía avergonzada al comprar productos menstruales.
Te puede interesar: El periodo menstrual no tiene impacto en capacidad de mujeres
Rose Caldwell, directora ejecutiva de Plan International U.K., dijo: “Al hacer este compromiso único en el mundo, el gobierno escocés se ha mostrado como un pionero en abordar la pobreza menstrual, y esperamos que las naciones de todo el mundo sigan su ejemplo”.
“Con esta legislación histórica, Escocia pronto podría convertirse en el primer país del mundo que elimine la pobreza menstrual de una vez por todas, y con las finanzas domésticas bajo presión por las restricciones del coronavirus, la necesidad nunca había sido mayor. Esta ley nueva ayudará a asegurar que ninguna muchacha o mujer en Escocia batalle para adquirir productos menstruales”, expresó.
Ella también comentó que la introducción de la legislación será crucial” para ver cómo funciona. “La pobreza menstrual es propiciada por un ‘trío tóxico’ de problemas, que aparte del costo de los productos menstruales, incluye una falta de educación y el estigma y vergüenza alrededor de la menstruación”, dijo ella.
“Por ello es que, junto con productos gratuitos, necesitamos educación e instrucción para las muchachas, escuelas y padres y así ayudar a abordar el estigma y vergüenza alrededor de la menstruación así como el costo”, concluyó.
Publicado en cooperación con Newsweek / Published in cooperation with Newsweek