No exagero, una cosa es quejarse de que las tareas domésticas y responsabilidades en casa no están siendo repartidas equitativamente y otra cosa es tener que distraer a los niños para que no escuchen que su mamá no puede retener nada más de dos minutos en el estómago porque le cayó demasiado pesada la terapia esta vez.
Escogería mil veces que mis problemas fueran tener que sacar la basura , recoger los trastes , buscar tiempo para citas en pareja para recuperar la pasiòn y encargarme de las tareas de los niños , pero nunca estuve realmente en posición de elegir, mucho menos ella.
Entre amigos cercanos y hasta familiares se cree lo opuesto, muchos no entendìan- o aùn no lo hacen- còmo es que decidì casarme con Rebeca aùn y cuando el tumor encontrado en su cerebro fue a los pocos meses de conocernos, mucho menos apoyaban que le pidiera matrimonio, y ni hablar de cuando decidimos tener hijos, vaya que no es culpa de ellos, el miedo que les da la muerte les puede más que las satisfacciones que se construyen en vida.
A mi no, yo la amé desde el principio y planeo hacerlo aún después de que la muerte nos separe , no tengo duda alguna de que es la mejor compañera que pude elegir , una estupenda madre e increíble mujer.
Hemos estado juntos, dirìa luchado pero serìa colgarme medallas que no me corresponden, la acompaño, la escucho y sobre todo la amo, nuestros problemas se viven entre hospitales, cuando tratamos con algùn nuevo medicamento o cuando hay efectos secundarios despuès de las terapias, fuera de eso decidimos no perder el valioso y contado tiempo que nos queda en estupideces, amamos las estupideces, las disfrutamos, son nuestro placebo para estar bien , para seguir.
Lo curioso de esto no es que su tumor sea inoperable y nuestros hijos menores de edad, no, tampoco viajar para ver otros doctores y conocer puntos de vista en bùsqueda de nuevos descubrimientos, lo curioso para mi es que nuestras prioridades diarias sean tan radicalmente distintas a las del resto de familias en nuestro entorno; nadie tiene la vida asegurada y actùan como si su tiempo fuera ilimitado. Colocan trabajos que la mayor parte del tiempo ni siquiera disfrutan por encima del tiempo en casa, dejan a un lado su salud fìsica y emocional con tal de mantener un estatus social que en realidad poco vale e importa cuando se trata de cuestiones cruciales, dan por sentada a su pareja y la pasan a segundo plano, olvidan que los hijos crecen y que el único tiempo que no se recupera es ese. Aùn así cada vez que Rebeca y yo vamos a una reunión un pequeño silencio digno de cortarse con tijeras se forma, es ella la que normalmente rompe la tensión con alguna broma sobre las ventajas de traer el pelo corto o de tener permisos de incapacidad que utiliza para ir a la playa, entonces se relajan un poco,yo sonrío y la veo mientras casi flota por la habitación, la disfruto también cuando es insoportable, porque sea como sea aquí está y mientras esté y se pueda es lo único que quiero hacer. Vivir con ella y nuestros hijos los mejores días de nuestra vida , vivir el hoy.
A diferencia del resto desde un inicio sabìa que teníamos los días contados, que cualquier día podría salirse de control con el tumor y acabar con su cerebro, su mente o ambas. Entre mis manos su cuerpo se ha ido transformado y lo único que he aprendido de esto es que cada día es un milagro que no estoy dispuesto a desperdiciar en nimiedades. Atrás quedaron los reclamos por no contestar una llamada, por preferir salir con las amigas o no ser tan cariñosa, todo eso pasa a segundo plano cuando siento su pecho respirando bajito sobre el mío , cada día junto a ellos es un regalo.
No hay que esperar a que una terrible enfermedad llegue para aprovechar a la gente que amamos y el tiempo con ellos, ahora más que nunca es momento para detenernos a valorar aquello que realmente importa y dejar de desperdiciar días que no volverán a repetirse. Quien sabe , al final nadie tiene la vida asegurada, priorizar lo importante no es tan sencillo como suena pero es la única manera que conozco de vivir la vida lo mejor posible, te invito a que lo pruebes.