Con la rapidez con que avanzamos hacia un planeta más digital, automatizado e inteligente, es motivante lo que podemos esperar para el futuro cercano.
Es evidente cómo las nuevas tecnologías han generado cambios en nuestra vida diaria. Con la llegada de tecnologías disruptivas, como la nube, el machine learning, la realidad virtual y aumentada (VR/AR, por sus siglas en inglés), movilidad, internet de las cosas (IoT) y la inteligencia artificial (IA), nuestra forma de trabajar, estudiar, ejercitarnos, viajar, convivir, investigar, comprar, pasear y hasta cuidar nuestra salud son muy distintas a como solían ser hace apenas un par de años.
El uso masivo de cada una de estas innovaciones es inminente; no es cuestión de si sucederá, sino de cuándo pasará. Y al respecto, la respuesta es: pronto. Por citar un ejemplo, para 2025, de acuerdo con “La economía móvil América Latina 2019”, de GSMA, habrá 1,300 millones de objetos conectados tan solo en América Latina, la mayoría de ellos en el segmento de consumo.
Lo cierto es que la innovación lleva acomodándose en nuestras vidas de forma bastante natural por un buen tiempo, tanto que a veces no nos damos cuenta de que estamos sumergidos en el uso de nuevas tecnologías una y otra vez. Para darte una idea, si tienes un smartphone, PC, tablet, smartwatch o algún otro gadget, y haces uso de aplicaciones móviles e internet, has estado tomando ventaja de la inteligencia artificial cada vez que Spotify te hace recomendaciones según tus gustos y preferencias, o cuando buscas la ruta más rápida y eficiente al manejar, entre muchas otras ocasiones.
Pero eso no es todo, más recientemente, gracias al internet, movilidad y machine learning, puedes investigar la receta que quieres preparar mientras aún vas en el auto camino a casa y escucharla de Siri para no distraerte al manejar. Incluso podrías revisar si tienes los ingredientes necesarios en tu refrigerador y hasta ir encendiendo el horno, siempre que tus electrodomésticos estén conectados (IoT).
Lee más: Empresas de México: el desafío de sobrevivir a la pandemia
Otro campo en el que es notorio el salto cuántico hacia este nuevo mundo que estamos construyendo es el de la salud, donde la VR/AR brilla, sin opacar lo que se ha logrado en las industrias del entretenimiento y la educación. Las ventajas de usar la realidad virtual en terapias alternas ante trastornos psicológicos y para resolver problemas médicos, contar con acceso a una visualización 3D de órganos internos durante cirugías o usarla para entrenamientos basados en simulaciones son sólo algunos ejemplos.
Con la rapidez con que avanzamos hacia un mundo más digital, automatizado e inteligente, es motivante lo que podemos esperar para el futuro cercano. En áreas tan variadas como el entretenimiento, trabajo, deporte, compras y muchas más, las novedades tecnológicas nos plantean un escenario en el que la imaginación será el límite. La puerta se abre cada vez más, conforme aumentan las conexiones del IoT –que según GSMA hoy crecen a una tasa anual promedio (CAGR) de 14 por ciento en Latinoamérica– mientras, a la par, continúan perfeccionándose las tecnologías de nube, sensores, geolocalización, algoritmos, etcétera, así como el manejo ágil y oportuno de la grandísima cantidad de datos que generamos, consultamos y compartimos las 24 horas del día los siete días de la semana.
EL DESAFÍO DE LA PROTECCIÓN
Y es que una cosa es cierta: los datos son la base de todo, pues son los que dan valor al escenario tecnológico del que hablamos. El gran reto radica en mantener disponible y protegida toda esa información que va y viene de un lado a otro incansablemente, sin importar su tamaño o características, para que podamos seguir teniendo acceso a ella a través de cualquier dispositivo, de forma instantánea y eficiente.
En este tema hay dos puntos a destacar. El primero es su impresionante crecimiento, gracias al también incremental uso de internet. “Data never sleeps 8.0”, de Domo, calcula que, en cada minuto de 2020, los usuarios de Facebook suben 147,000 fotos, se postean 347,222 Instagram Stories, Twitter gana 319 nuevos usuarios, son enviados 41.6 millones de mensajes de WhatsApp y se hacen casi 1.4 millones de videollamadas. De acuerdo con el proveedor de inteligencia de negocios en la nube, hoy el 59 por ciento de la población mundial (unos 4,570 millones de personas) está en línea, según los últimos datos, registrados en abril pasado. Esto es un 6 por ciento más que el número de personas conectadas en enero de 2019.
Lo segundo a mencionar es que esta inmensa cantidad de datos que circula a todas horas por internet, entre nubes públicas y privadas, y redes empresariales y gubernamentales, y que alimenta las tecnologías disruptivas para proveernos de servicios automatizados e inteligentes, nunca había estado más en riesgo. Ello debido a ataques cibernéticos de nueva generación, aunados a las carencias inherentes de los sistemas heredados e infraestructuras tradicionales aún en uso, errores humanos y otras vulnerabilidades.
Actualmente, a decir del “Reporte de tendencias de protección de datos 2020” de Veeam, 73 por ciento de las organizaciones son incapaces de cumplir la demanda de un acceso ininterrumpido a datos y aplicaciones, el cual es primordial en la era digital actual. Con el fin de garantizar que las innovaciones seguirán brindándonos la información que requerimos en el instante en que la solicitamos, la gestión de datos en la nube es vital para los negocios y todo tipo de instituciones.
Como no es posible para las empresas protegerse al 100 por ciento de la posibilidad de recibir amenazas de ransomware, ataques de negación de servicio, malware y otras muchas opciones de ciberdelincuencia, al igual que siempre pueden surgir eventualidades que hagan que se pierda su información o dejen de funcionar sus centros de datos, la mejor estrategia es cubrir todos los frentes. Una estrategia de gestión de datos en la nube incluye tecnologías de respaldo y recuperación ante desastres inteligentes y automatizadas, pero va más allá, pues protege los datos no solo si están en plataformas on-premise o en la nube, sino también cuando migran entre nubes y sistemas, todo esto en un entorno de integración, orquestación, visibilidad y control totales para facilitar un manejo inteligente de los datos de parte de las organizaciones, que es el que se traduce en mejores experiencias para nosotros, los clientes.
—∞—
Abelardo Lara es gerente de Veeam México.