El candidato del Partido Demócrata a la Casa Blanca, Joe Biden, se reunió este jueves en Kenosha (Wisconsin) con la familia del afroestadounidense Jacob Blake, tiroteado siete veces por la espalda por un policía blanco, en un simbólico encuentro en el que también ha participado el propio Blake a través de una llamada telefónica.
La reunión ha sido privada y ha durado alrededor de hora y media, según ha informado el abogado de la familia, Ben Crump, en un comunicado. A ella han asistido el padre y los hermanos de Blake, así como el joven de 29 años y su madre de forma telemática desde el hospital donde permanece ingresado.
Crump ha explicado que la familia está “agradecida” por este gesto, así como “impresionada” por la disposición de Biden y de su mujer, Jill, de escuchar lo que tenían que decirle. En el encuentro se habló de la discriminación policial hacia las minorías y de los “planes de cambio” del candidato demócrata, según la nota, recogida por NBC News.
“Me quedo con el enorme sentido de resiliencia y optimismo que tenían”, ha dicho Biden en un acto público posterior a la reunión, alabando especialmente la moral de Blake. “Habló de que nada iba a derrotarlo, de que vuelva a caminar o no, nunca se va a reunir”, ha asegurado el exvicepresidente, según la cadena CNN.
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La familia ha aplaudido en su nota que Biden trate a Blake como “una persona digna de consideración”, en aparente contraposición con el desplante del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, que ha evitado hacer gestos de acercamiento y ha centrado sus mensajes de estos últimos días en defender la labor de las fuerzas de seguridad.
Biden ya había informado que acudía a Kenosha con la intención de “sanar” heridas, dos días después de que Trump viajase a la zona pese a las peticiones expresas de las autoridades locales, que le habían exhortado a no acudir para evitar un posible recrudecimiento de las tensiones.
No en vano, la Policía local ha informado este jueves de que desde el 23 de agosto, fecha en la que Blake fue tiroteado, se han realizado un total de 252 arrestos, 132 de ellos de personas de fuera del condado de Kenosha. Las autoridades consideran, no obstante, que ha habido ocho días de “relativa” calma en la ciudad.
It’s time we come together as a nation to heal and address the challenges we face. Tune in to our community conversation in Kenosha, Wisconsin: https://t.co/5Vda70tPCu
— Joe Biden (@JoeBiden) September 3, 2020
Fase más activa de la campaña
Dos meses antes de las elecciones presidenciales, Biden marca con este viaje una fase más activa de su campaña.
El candidato demócrata permaneció durante semanas confinado por la pandemia en su casa en Wilmington, Delaware, y luego limitó sus viajes a la región. Mientras tanto, Trump no dejó de atravesar el país insistiendo con su mensaje de “ley y orden”.
El candidato republicano no se quedará atrás: el jueves por la noche prevé hablar en la ciudad de Latrobe, Pensilvania, otro estado fundamental en la contienda.
La campaña electoral 2020 en Estados Unidos está marcada por factores sin precedentes: una pandemia que se ha cobrado más de 180,000 vidas, una profunda crisis económica y una histórica oleada de ira contra el racismo.
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Y si bien Biden aventaja al multimillonario republicano en las encuestas, la incertidumbre se mantiene por los puntajes más ajustados en los estados de voto pendular, que hacen y deshacen las victorias presidenciales en Estados Unidos al cambiar de un partido a otro.
Biden, de quien Trump, de 74 años, se burla implacablemente por su supuesta “falta de energía”, dio la señal el lunes de que adoptará un ritmo de campaña más sostenido con un discurso en Pittsburgh, Pensilvania.
En Kenosha, donde se presentó como defensor de la seguridad estadounidense frente a los demócratas “radicales”, Trump inspeccionó las ruinas de las tiendas incendiadas al margen de las protestas, agradeció a la policía y equiparó las manifestaciones violentas con el “terrorismo interno”.
La tensión en esa ciudad alcanzó su punto máximo el 25 de agosto, cuando Kyle Rittenhouse, un adolescente de 17 años, disparó un rifle semiautomático contra tres manifestantes, matando a dos. Su arresto al día siguiente le devolvió una calma precaria a la ciudad.
Trump se negó a condenar las acciones de Rittenhouse, acusado de homicidio premeditado.
Con información de AFP y Europa Press.