Desde el pasado mes de marzo se reportaron afectaciones graves a las lajas de la Catedral de Puebla, una vez que se retiró completamente la Capilla Sixtina, pues los encargados de retirarla, optaron por echar grava que asemeja al color del piso original y reemplazar la piedra dañada.
En el mes de noviembre del 2019, la gerente del Centro Histórico del Ayuntamiento de Puebla, María Graciela León Matamoros, acusó a Banorte y Museos del Vaticano por destruir las lajas en su instalación en el atrio de la Catedral de Puebla, por lo que se advirtió que debían pagar los daños y repararlo lo antes posible.
Además de dicha instalación fue clausurada por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), por violar la Ley Federal de Monumentos Históricos.
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Recordemos que el costo por traer a la Capilla Sixtina fue de 16 millones de pesos, 14 de ellos subsidiados por el gobierno del estado y el resto por Banorte.
Hoy a seis meses de que se retiró, aún se puede apreciar el daño que causó a cerca de 290 lajas, donde se puede apreciar el cambio de las mismas, sin embargo, su instalación ha dejado mucho que desear, pues a pesar de que se ha intentado cubrir los daños, las afectaciones son evidentes debido a que las personas de la tercera edad o quien ocupa algún bastón, no pueden caminar de manera segura por el lugar debido a que las lajas se mueven o se quiebran al pisar y eso hace inestable el piso de la Catedral de Puebla.
Con información de Diario Puntual