Más de 7,000 trabajadores de la salud murieron por COVID-19 en el mundo, siendo México el país más golpeado, según un estudio de Amnistía Internacional (AI) difundido este jueves.
Después de México, le siguen Estados Unidos (1,077) y Reino Unido (649), donde las tasas de infección y muerte han sido altas durante toda la pandemia. Además, la organización ha llamado la atención sobre las cifras alarmantes registradas en Sudáfrica (240) e India (573), donde las tasas de infección se han “disparado” en los últimos meses.
“El hecho de que más de 7,000 personas mueran mientras intentan salvar a otras es una crisis de una escala asombrosa”, dijo Steve Cockburn, director de Justicia Económica y Social de AI, citado en un comunicado.
De esas defunciones, al menos 1,378 ocurrieron en México, “la cifra más alta conocida para un solo país”, destacó el informe “El costo de curar”.
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Un balance de AI difundido el pasado 13 de julio daba cuenta de unos 3,000 trabajadores de la salud fallecidos en todo el planeta.
El aumento a más de 7,000 se debe al incremento de los contagios en varios países, así como a la mayor disponibilidad de información, explicó.
El nuevo estudio señala también a estos países con un alto número de sanitarios fallecidos: Brasil (634), Rusia (631), India (573), Sudáfrica (240), Italia (188), Perú (183), Irán (164) y Egipto (159).
“Todas las personas trabajadoras de la salud tienen derecho a estar seguras en el trabajo, es un escándalo que tantos estén pagando el precio final”, añadió Cockburn.
No obstante, la organización ha señalado que puede haber un “subregistro” de víctimas debido a que las cifras de cada país no siempre son comparables directamente, debido al uso de métodos diferentes para recopilar datos y a la definición de personal sanitario que se emplea en cada país.
For over seven thousand people to die while trying to save others is a crisis on a staggering scale. pic.twitter.com/Qw3RU3oNNp
— Amnesty International (@amnesty) September 3, 2020
Situación en México y América Latina
Sobre México, reconoció que el gobierno lleva un conteo detallado, lo que explicaría las elevadas cifras con respecto a otras naciones.
Hasta el 31 de agosto, según cifras de la Secretaría de Salud de México, hay 102,494 casos confirmados de COVID-19 entre el personal sanitario.
Según algunas fuentes, el personal de limpieza de los hospitales es especialmente vulnerable a la infección. “Muchos limpiadores y limpiadoras de centros sanitarios de México están subcontratados, lo que significa que tienen menos protección”, ha explicado la organización.
Según la Associação Brasileira de Saúde Coletiva (ABRASCO), el personal sanitario brasileño ha denunciado la falta de equipos de protección individual (EPI), la ausencia de protocolos claros para tratar las infecciones, la inexistencia de apoyo en salud mental, una protección social mínima para sus familias y unos contratos precarios para las personas contratadas de urgencia.
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Acción en Sudáfrica
Las nuevas cifras de Amnistía Internacional llegan en medio de una acción colectiva generalizada en Sudáfrica. De hecho, este jueves está previsto que el Sindicato Nacional de Profesionales de la Educación, la Salud y Aliados (Nehawu) proteste frente al Parlamento; esta organización planea la realización de una huelga nacional el 10 de septiembre si no se satisfacen sus demandas.
“Hasta ahora, el gobierno no ha satisfecho las demandas de los trabajadores y trabajadoras, que incluyen la provisión adecuada de equipos de protección individual (EPI), la participación activa de trabajadores y trabajadoras en los Comités de Salud y Seguridad de los centros de trabajo, apoyo psicosocial, transporte y un suplemento por peligrosidad para quienes trabajan en primera línea”, ha recalcado la organización.
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A principios de agosto, se sabía que al menos 240 profesionales sanitarios habían muerto en Sudáfrica tras contraer la COVID-19, si bien Sudáfrica ha experimentado un incremento de muertes relacionados con la enfermedad desde julio y actualmente hay más de medio millón de casos confirmados en todo el país.
A nivel mundial, el registro es de 26,1 millones de casos y más de 865,000 fallecimientos debido al SARS-CoV-2.