El presidente de Conciencia Ecológica A.C., Humberto Tenorio Izazaga, hizo un llamado a las autoridades de gobierno para que se verifique la forma en la que se está haciendo la disposición de los residuos de manejo especial (RME) utilizados en el sector médico y en la población, como cubrebocas, caretas y demás insumos que se han aplicado durante la contingencia sanitaria por el Covid-19.
“En los hospitales se están tirando cubrebocas y otros materiales quirúrgicos, ¿están controlándolos?, y nosotros como ambientalistas también tenemos que meter la mano ahí, ver cómo lo están tratando, si los están incinerando o los están confinando en una celda especial, porque son cantidades enormes”.
De acuerdo a la Ley General para la Prevención y Gestión Integral de Residuos, los residuos de manejo especial incluyen a los generados por las actividades médico-asistenciales a las poblaciones humanas o animales, siendo competencia del gobierno estatal.
“Al gobierno del municipio le corresponde el tratamiento de los residuos sólidos urbanos, lo que producimos en casa y las oficinas, los residuos de manejo especial le corresponden al gobierno estatal y los residuos peligrosos, como los radioactivos, le corresponden al gobierno federal, por eso se necesita un manejo estricto y apegado a la NOM-083”, añadió.
Al respecto, pidió a las autoridades que se den a conocer los mecanismos que se están empleando para el confinamiento de este tipo de residuos, a fin de evitar que algunos de ellos vayan a parar al relleno sanitario de San Nicolás, en donde se acumulan los residuos sólidos urbanos generados en los 11 municipios de Aguascalientes.
De acuerdo a la Organización de las Naciones Unidas (ONU), los gobiernos de todos los ámbitos deben considerar la gestión de residuos como un servicio público urgente y esencial durante la pandemia de Covid-19, a fin de evitar los posibles impactos secundarios a la salud y el medio ambiente.
En caso de no acatarse las medidas y protocolos de manejo de los residuos de manejo especial del sector médico como mascarillas, guantes y otros equipos de protección infectados podrían desencadenar un rebote de contagios en la población, así como otras consecuencias para la salud y el medio ambiente.
Para ello, la ONU recomienda tirar las mascarillas quirúrgicas o desechables y resto de insumos en contenedores cerrados, metiéndolas en bolsas de plástico, a fin de evitar que puedan ser arrastrados a otras áreas y generar un brote mayor del virus.
Este tipo de insumos están compuestas de polipropileno, un compuesto químico derivado del petróleo o del gas natural y que puede tardar hasta 450 años en descomponerse en el ambiente.
Como otra opción, se recomienda el uso de cubrebocas de tela lavables que puedan ser reutilizados.