Un estudio en Francia, revelado esta semana por la revista Nature, señala que es posible que los bebés se contagien con el coronavirus cuando todavía están dentro del cuerpo de su madre.
El caso reportado es el de una mujer embarazada de 23 años, que fue admitida en un hospital francés por una tos persistente y fue diagnosticada con COVID-19.
Tres días después nació su hijo por cesárea. Al bebé se le hicieron las pruebas de COVID-19 correspondientes el mismo día de su nacimiento y se las repitieron 18 días después, y en ambas instancias salieron positivas.
Aunque estudios previos habían señalado la posibilidad del contagio de madre a hijo a través de la placenta, este es el primer caso comprobado.
“Demostramos la transmisión transplacentaria de SARS-CoV-2 (el virus que causa el COVID-19) en un bebé nacido de una madre infectada y que presenta compromiso neurológico”, señala el informe de la investigación, que fue liderada por el doctor Daniele de Luca, del hospital Antoine Beclere de Clamart.
“La transmisión se confirma mediante exhaustivas investigaciones virológicas y patológicas“, agrega.
Múltiples pruebas
De acuerdo con el informe publicado en la revista Nature, al recién nacido no solo se le realizaron las pruebas de diagnóstico de COVID-19, sino también exámenes neurológicos y fisiológicos que permitieron llegar a varias conclusiones.
Según De Luca, encontraron una elevada carga del virus en la placenta de la madre -que tiene un alto número de receptores similar a los pulmones- y establecieron que a través del cordón umbilical había contagiado al bebé.
Uno de los temas en los que hace énfasis el médico, y otros expertos, es que las posibilidades de contagio de una madre a su bebé siguen siendo muy bajas: de acuerdo al King’s College de Londres, de 244 de bebés que nacieron de mujeres infectadas con el COVID-19 analizados en Reino Unido, un 95% no mostró ningún tipo de síntoma asociado con el virus.
Hasta el momento las investigaciones habían señalado que la infección transplacentaria era extremadamente rara.
Sin embargo, hace poco se registró en México el caso del nacimiento de trillizos infectados con COVID-19, que también tenía su madre.
“Los médicos deben ser conscientes de que esto puede suceder. No es común, eso es seguro, pero puede suceder y debe considerarse en el entrenamiento clínico”, le dijo De Luca al diario británico The Guardian.
“La razón por la que esto no se ha demostrado antes es que se necesitan muchas muestras. Se necesita la sangre materna, la sangre del recién nacido, la sangre del cordón umbilical, la placenta, el líquido amniótico… y es extremadamente difícil obtener todas estas muestras en una pandemia con emergencias por todas partes”, agrega.
En el reporte se indica que el bebé al principio lució saludable, pero a los pocos días comenzó a verse irritado y con algunos movimientos corporales inusuales. Se descubrió que el virus había afectado temporalmente su sistema neurológico.
Pero el experto añade que el bebé, ahora con tres meses, así como la madre lograron recuperarse de la enfermedad y están saludables.
“Las mujeres embarazadas deben estar tranquilas”, recomienda De Luca.
“El embarazo está muy controlado y si llegas a tener el virus, puedes controlarlo también. En la mayoría de los casos no habrá daños al bebé”.
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