Cinco pacientes con COVID-19 que estaban conectados a respiradores murieron en un incendio este martes en un hospital de San Petersburgo.
“Cinco personas fueron víctimas del incendio, 150 fueron evacuadas”, dijo a la AFP una fuente del ministerio ruso de Situaciones de Urgencia.
El balance fue confirmado a los medios por el responsable de la oficina local del Comité de Investigación ruso, Serguéi Litvinenko.
Desde el lugar del incendio Pável Danilov, el fiscal del distrito de Vyborg, donde está situado el hospital, indicó a los periodistas que “las personas fallecidas eran pacientes del servicio de reanimación”.
Cuatro de las víctimas estaban hospitalizadas en la misma habitación, indicó.
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El incendio se declaró en el hospital San Jorge que, según la agencia TASS, está readaptado para acoger a víctimas del COVID-19.
El hospital no cerró sus puertas y una paciente dijo a la AFP que pudo acudir a una cita pero que “todo el mundo está conmocionado”.
Más de 100 pacientes en el mismo piso fueron trasladados a una parte diferente del edificio a tiempo para salvar sus vidas.
De acuerdo con The Guardian los primeros informes sugirieron que el incendio fue causado por un ventilador sobrecalentado.
“Los ventiladores estaban siendo llevados al límite. Nuestra información preliminar sugiere que hubo una sobrecarga y el equipo se incendió”, dijo una fuente a la agencia de noticias Interfax.
El Comité de Investigación anunció en un comunicado la apertura de una investigación por “muertes por negligencia”.
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Según la agencia TASS, el hospital San Jorge fue a mediados de marzo “uno de los primeros de la ciudad en ser repensado totalmente para las enfermedades infecciosas”, cuando la pandemia todavía estaba bajo control en Rusia.
Se trata del segundo incendio en pocos días de un hospital con pacientes de coronavirus.
El sábado una persona murió en Moscú en un hospital donde había uno 700 enfermos de COVID-19. Según las agencias de prensas rusas, el fuego también se declaró en una unidad de cuidados intensivos.
La pandemia provocada por el nuevo coronavirus sigue creciendo en Rusia.
A pesar de una tasa de mortalidad débil, se registran entre 10,000 y 11,000 nuevos casos cada día desde principios de mayo, lo que le convierte en uno de los países más afectados del mundo.
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Las explosiones o incendios accidentales o criminales son relativamente frecuentes en Rusia, sobre todo por la vetustez de las infraestructuras pero también porque no se respetan las normas de seguridad.
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Con información de The Guardian y AFP
