Usuarios de la droga psicodélica DMT han dicho a los científicos cómo se siente encontrarse con seres de otros mundos durante sus viajes. Los autores de un estudio publicado en la revista Journal of Psychopharmacology averiguaron que dichas experiencias son comparables a las de las personas que afirman haber sido abducidos por extraterrestres.
En el reporte, que es el más grande en su tipo realizado hasta la fecha, investigadores de la Universidad Johns Hopkins encuestaron en línea a 2,561 participantes anónimos, quienes afirmaron haberse encontrado con entidades o seres que parecían ser independientes a ellos mismos tras consumir N,N-dimetiltriptamina, o DMT. Las personas encuestadas tenían una edad promedio de 32 años, 77 por ciento de ellos eran varones y 85 por ciento eran caucásicos. El equipo les pidió que detallaran su encuentro más memorable con alguna entidad.
El equipo llegó a la conclusión de que los encuentros con entidades provocados por el DMT “tenían muchas similitudes con las experiencias de encuentros con entidades no inducidas por las drogas, como las que se describen en contextos religiosos, de abducción por extraterrestres o de experiencias cercanas a la muerte”.
Algunas partes de la experiencia y la manera en que los usuarios la interpretaron “produjo cambios ontológicos profundos y perdurables en su visión del mundo”, descubrieron los autores.
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El DMT es un alucinógeno que se produce naturalmente y que se encuentra en distintos animales y plantas, como algunas esponjas marinas. Actualmente es ilegal en Estados Unidos, de acuerdo con la Clasificación 1 de la Ley de Sustancias Controladas de ese país. Si se inyecta o se inhala, produce rápidamente en el usuario efectos que van desde vívidas visualizaciones hasta un estado emocional más elevado. Dado que el cuerpo humano metaboliza el DMT relativamente rápido, los usuarios alcanzan el punto máximo de su experiencia alrededor de cinco minutos después de consumir la sustancia, y suele irse reduciendo después de 30 minutos, de acuerdo con los investigadores. Sin embargo, debido a que esta droga puede distorsionar la percepción del tiempo de las personas, este periodo puede no coincidir con sus experiencias internas. Cuando se ingiere el DMT en forma de preparado de ayahuasca, el punto máximo puede alargarse y durar varias horas.
El DMT está presente en el cerebro de los mamíferos, incluidos los humanos, por lo que se piensa que tiene una función en “estados de conciencia no ordinarios” que van desde estados comunes como los sueños, hasta las psicosis, las experiencias espirituales y los encuentros con “inteligencias no humanas”, como extraterrestres y ovnis, señalan los autores. Sin embargo, no existen pruebas suficientes de que la sustancia esté presente en concentraciones suficientemente altas como para confirmar este hecho, explicaron.
En estudios anteriores se ha mostrado que las personas que consumen DMT pueden tener experiencias espirituales o alucinaciones. Pueden sentirse como si estuvieran entrando en otras realidades o estableciendo contacto con Dios, con uno de sus mensajeros, o con poderes de naturaleza divina.
“Entre las experiencias más vividas, intrigantes, memorables y en ocasiones desconcertantes que las personas relatan después de tomar una dosis alta de DMT por inhalación o por vía intravenosa están aquellas donde se encuentran con entidades o seres aparentemente autónomos”, escribieron los autores. Esto los llevó a descubrir más acerca de estas experiencias “aparentemente frecuentes”.
Para reclutar a los participantes, entre febrero y diciembre de 2018, los autores publicaron notas en sitios web como Facebook, Reddit y sitios para reducir los riesgos del uso de drogas recreativas, además de enviar anuncios por correo electrónico. Los voluntarios podían participar en el estudio si tenían más de 18 años y habían tenido al menos una experiencia “decisiva” con el DMT, con “efectos psicoactivos muy fuertes” en la cual se hayan encontrado con un ser o entidad aparentemente autónoma. Si habían tenido más de una de esas experiencias, se les pidió que relataran la más memorable.
Poco más de la quinta parte (21 por ciento) de los participantes consumieron el DMT con la esperanza de tener un encuentro de esa naturaleza. Para la mayoría (69 por ciento), la entidad fue la que inició el encuentro. La mayoría de dichos encuentros fueron de naturaleza visual, (92 por ciento), seguidos por experiencias extrasensoriales, como la telepatía (85 por ciento), sonoras (54 por ciento), y táctiles (34 por ciento). Menos de 10 por ciento de los participantes relataron experiencias relacionadas con el sentido del gusto o del olfato. La mayoría de los participantes se comunicaron de alguna manera con la entidad, 49 recuerda que solo la entidad se comunicó con ellos, y 40 por ciento tuvo una comunicación bilateral. Una minoría de tan solo 2 por ciento señaló haberse comunicado con la entidad sin obtener respuesta.
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Cuando se les preguntó qué palabras utilizarían para describir a la entidad, las más comunes fueron “ser”, “guía”, “espíritu”, “extraterrestre” y “ayudante espiritual”. Un número más pequeño utilizó términos como “ángel”, “elfo”, “personaje religioso”, o “espíritu de las plantas”, y aún menos utilizaron “gnomo”, “monstruo”, o “difunto”.
Casi todos los encuestados tuvieron una reacción emocional (99 por ciento) al encontrarse con el ser. Un total de 41 por ciento dijo sentir miedo al encontrarse con la entidad. Sin embargo, las emociones más prominentes que sintieron los encuestados y que emanaba la entidad fueron “amor”, “amabilidad” y “dicha”.
Del total de los encuestados, 60 por ciento afirmó que la experiencia había provocado un cambio en su concepción de la realidad, lo cual esperaban, en comparación con 1 por ciento que afirmó haber sufrido un cambio no deseado.
La mayoría de los participantes también señaló que la entidad con la que se encontraban parecía ser consciente, inteligente y benevolente. También señalaron que parecía existir en una dimensión diferente de la realidad, que creían que seguiría existiendo cuando terminara el encuentro.
La gran mayoría de los encuestados, es decir, 69 por ciento, afirmaron que el ser les había dado un mensaje, mientras que casi la quinta parte (19 por ciento) obtuvo una predicción del futuro.
Al parecer, las experiencias también cambiaron las creencias espirituales de los participantes. Más de la mitad de quienes se decían ateos antes del viaje dejaron de serlo al terminar el encuentro, con una proporción de 28 por ciento en comparación con 10 por ciento. Más de la mitad señaló que el encuentro fue una de las principales cinco experiencias más importantes, espiritualmente significativas o psicológicamente reveladoras de sus vidas, cuando no la más relevante.
Debido a que sus propiedades permiten cambiar la percepción de los usuarios, el DMT podría ser útil, junto con una terapia profesional, para ayudar en trastornos como la depresión y la adicción, afirman los autores del estudio. Investigadores de la Universidad Johns Hopkins habían relacionado anteriormente al 5-MeO-DMT, una sustancia muy cercana al DMT, con una disminución de los síntomas de ansiedad y depresión. Esos hallazgos fueron publicados el año pasado en la revista The American Journal of Drug and Alcohol Abuse. Se piensa que el DMT, al igual que otras drogas psicodélicas, podría ayudar a las personas con dichas enfermedades mentales debido a la forma en que interactúan con los receptores cerebrales de serotonina, aunque es necesario realizar más investigaciones para descubrir los mecanismos subyacentes.
En los últimos años, ha habido un gran interés en el potencial de las sustancias psicoactivas para tratar las enfermeras mentales, en lo que se ha bautizado como el renacimiento psicodélico. El mes pasado, David Nutt, catedrático y neurofarmacólogo del Colegio Imperial de Londres y ex asesor sobre drogas del gobierno del Reino Unido, declaró a Newsweek que piensa que “estamos a menos de cinco años” de que se administren dichas drogas a los pacientes.
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Sin embargo, los autores del estudio también hacen énfasis en que es importante reconocer que entre 1 y 5 por ciento de los encuestados señalaron que el encuentro había sido negativo. Asimismo, los resultados de su estudio podrían estar sesgados, ya que las personas que han tenido experiencias angustiantes podrían tener menos probabilidades de participar en un estudio o de visitar el sitio web donde se publicaron las invitaciones para los participantes. De igual manera, es posible que no se hayan registrado ejemplos de daños, ya que se pidió a los participantes que recordaran su experiencia más memorable. Además, si bien un cambio en su percepción de la realidad podría resultar agradable para algunas personas, es posible que para otras no lo sea. El estudio también tuvo la limitación de basarse en la honestidad de los encuestados, y en él participaron predominantemente varones jóvenes, adultos y de raza blanca, por lo que las experiencias de otros grupos podrían estar ausentes.
Roland Griffiths, catedrático de psiquiatría, ciencias de la conducta y neurociencias de la Facultad de Medicina de la Universidad Johns Hopkins comentó en una declaración: “El hecho de que tengamos la capacidad y estemos predispuestos biológicamente a estas experiencias con sustancias psicodélicas indica que este puede ser un proceso conservado evolutivamente, gracias al cual el hecho de detectar a otros seres sintientes está en nuestra naturaleza. Históricamente, esta predisposición tendría un importante valor para sobrevivir en ambientes hostiles”.
Griffiths, que también es director del Centro de Investigación sobre la Psicodelia y la Conciencia de la Universidad Johns Hopkins, señaló: “Descubrir por qué tenemos estas experiencias y cómo las interpretan las personas podría ayudarnos a comprender mejor la condición humana y la manera en que percibimos la realidad”.
Alan Davis, profesor adjunto de psiquiatría y ciencias de la conducta de la Universidad Johns Hopkins y autor principal del estudio, dijo en una declaración: “Aunque necesitamos realizar más investigaciones para comprender cómo estos encuentros con entidades ejercen cambios positivos en la vida de las personas, es posible que el choque metafísico que se produce al cuestionarnos nuestra visión del mundo y que es provocado por estas experiencias tan vívidas e inusuales, pueda desempeñar una función importante en los cambios de vida perdurables y positivos en las actitudes, estados de ánimo y conductas que tales experiencias inspiran”.
Sin embargo, Griffiths advierte: “Debemos ser precavidos porque estamos ahondando en experiencias que aparecen en el extremo psicótico del espectro y podría existir un conjunto desconocido de daños para ciertas personas susceptibles”.
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Publicado en cooperación con Newsweek / Published in cooperation with Newsweek