Bear podría no ser un rescatista común, pero se ha destacado en esa labor al ayudar a los conservacionistas a encontrar a más de 100 koalas enfermos y lesionados desde que comenzó a trabajar en noviembre pasado.
El koolie australiano de cinco años de edad es miembro del equipo de ‘Perros de Detección para la Conservación’ de la Universidad de Sunshine Coast (USC). En esa iniciativa, se rescatan cachorros y se entrenan para localizar koalas que necesiten ser rescatados.
La Dra. Romane Cristescu, investigadora de Perros de Detección para la Conservación de la USC y manejadora de Bear, dijo a la Associated Press australiana que, aunque la temporada de incendios terminó en marzo, el equipo aún trabaja en la búsqueda de koalas enfermos y lesionados.
“Todavía encontramos animales que luchan por encontrar comida. Están al borde de la inanición”, dijo.
“Si los hallamos, los cuidadores de la vida silvestre pueden ayudarles a reponerse. El objetivo es liberarlos en un momento y en un lugar donde tengan mejores oportunidades de encontrar alimentos disponibles”.
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De acuerdo con Cristescu, las características que hacen que Bear sea una mascota difícil son precisamente las habilidades necesarias para rescatar koalas indefensos tras una devastadora temporada de incendios forestales, en la que se calcula que han muerto más de mil millones de animales en todo el país.
“Cuando buscamos un nuevo perro, nos comunicamos con todos los grupos de rescate, pues con frecuencia, lo que buscamos en los perros es lo que convierte a estos animales en mascotas difíciles”, afirma Cristescu. “Por ejemplo, una gran energía, la obsesión por el juego”.
El sensible olfato de los perros los convierte en poderosos aliados para realizar ciertas tareas olfativas que van desde detectar explosivos hasta olfatear el cáncer. Según un artículo publicado en 2016 en la revista Frontiers of Veterinary Science, los cánidos han colaborado en labores de conservación al menos desde el siglo XXI, cuando se usaron para detectar al kiwi y al kakapo de Nueva Zelanda.
Actualmente, en las labores de rescate de koalas, el mismo poderoso sentido del olfato les da una ventaja sobre los humanos. Una vez que se envía un dron equipado con una cámara infrarroja para detectar koalas vivos, se envía a Bear con su manejadora y un observador de koalas para encontrarlos.
Cristescu explicó este proceso en una declaración publicada por el Fondo Internacional para el Bienestar Animal (IFAW, por sus siglas en inglés), que trabaja en conjunto con la USC en este programa.
“Le damos a Bear su orden favorita, “¡Vamos a encontrarlos!”, y él se pone en marcha de inmediato. Cuando Bear comienza a olfatear excrementos y orina frescos, sabe que va por buen camino”, dijo. “Viajamos con nuestro equipo de tres, que incluye a Bear mismo, su manejadora y un observador de koalas. Mientras la mirada de la manejadora se concentra en la conducta de Bear en tierra, el observador explora la copa de los árboles”.
Añadió: “Finalmente, Bear se tira al suelo y se rehúsa a moverse, lo que nos indica que es hora de explorar la copa del árbol que tenemos enfrente y hallar al koala”.
Una vez que la manejadora y el observador hacen contacto visual con el koala, le dan a Bear su pelota como recompensa, y el koala puede ser valorado y enviado a recibir atención si la requiere. Entre la fecha en que inició su labor en noviembre 2019 y abril de 2020, Bear ha localizado a más de 100 koalas, además de recibir un mensaje de felicitación del actor Tom Hanks.
De acuerdo con el IFAW, se calcula que alrededor de 6,382 koalas murieron en toda Nueva Gales del Sur (NSW, por sus siglas en inglés) durante la temporada de incendios forestales de 2019 y 2020, lo que equivale a 15 por ciento de la población de esos animales en NSW.
“Bear continúa actualmente con su trabajo de salvar vidas, aun cuando la atención del mundo esté enfocada en la pandemia de COVID-19”, afirma Cristescu.
“Nuestros expertos y socios de la USC saben que los incendios forestales volverán, y no hay tiempo que perder para salvar lo que queda de la icónica vida silvestre de Australia”.
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Publicado en cooperación con Newsweek / Published in cooperation with Newsweek