Grupos defensores de los derechos de los animales han criticado a los gobiernos de Canadá, Japón y Noruega por seguir permitiendo la caza comercial de focas y/o ballenas como actividades esenciales mientras sus poblaciones están sujetas a las medidas de confinamiento en medio de la pandemia del COVID-19.
Sociedad Humana Internacional (HSI) y la organización noruega NOAH dijeron que es “intolerable” que tales prácticas sean permitidas en este momento, sobre todo porque a menudo son patrocinadas con fondos públicos.
“Hay una demanda decreciente de los productos de las operaciones de caza comercial de ballenas y focas, y esas industrias inhumanas solo son viables gracias al dinero de los contribuyentes, así que es extremadamente difícil ver cómo estas puedes sen consideradas de alguna manera como actividades ‘esenciales’ durante el confinamiento”, dijo en una declaración Claire Bass, directora ejecutiva de Sociedad Humana Internacional/Reino Unido.
“Es perturbador pensar que mientras en todo el mundo la gente hace sacrificios extraordinarios para detener la propagación del COVID-19, los cazadores de ballenas y focas continúen sus negocios sanguinarios como si nada, arriesgándose a que la infección se propague entre las tripulaciones y sus familias. Instamos a los gobiernos noruego, canadiense y japonés a pedir un alto inmediato a estas caerías crueles e innecesarias”, continuó ella.
Lee más: ¿Las personas de color son más vulnerables a morir por COVID-19 en EU?
Por ejemplo, en Canadá, la caza comercial anual de focas en el país continuará, un proceso que la HSI describe como la “carnicería más grande de mamíferos marinos en el planeta”.
Durante la caza anual, que ocurre en dos áreas principales, cerca de la costa este del país, cientos de miles de focas son asesinadas usando mazos y armas de fuego. Las focas pías —de por sí en riesgo por el cambio climático— son el blanco principal, y la gran mayoría de los animales asesinados son cachorros menores a tres meses de edad.
También se permitirá que continúe la cacería de focas en Noruega después de que el gobierno anunció un límite para matar más de 18,000 de estos animales el mes pasado. En respuesta al COVID-19, no se permitirá ningún inspector de bienestar animal a bordo —como se acostumbra— para reducir el riesgo de infección. Sin embargo, los grupos defensores de los derechos de los animales han expresado su preocupación de que dichas precauciones no se hayan aplicado para proteger a los miembros de la tripulación que llevará a cabo las cacerías.
Aun más, tanto Noruega como Japón permitirán que continúen las operaciones de caza comercial de ballenas durante la pandemia. Japón —que fue ampliamente criticado por abandonar la Comisión Internacional de Caza de Ballena en 2018— se ha otorgado a sí mismo un límite de casi 200 ballenas. Mientras tanto, los cazadores en Noruega tienen pensado matar más de 1,200 en los próximos meses.
Entérate: Cómo el gas que dio origen al Viagra puede ayudar a tratar pacientes con coronavirus
“Estas persecuciones crueles y en marcha de mamíferos marinos están cada vez más desfasadas en relación con el pensamiento científico moderno, el cual muestra que las poblaciones sanas de mamíferos marinos contribuyen a ecosistemas marinos sanos y la salud general de nuestro planeta. Necesitamos revisar con mucho cuidado nuestras relaciones con estos animales y apreciar sus papeles y no verlos simplemente como materias primas que cosechar”, dijo en la declaración Mark Simmonds, alto científico marino de la HSI.
—
Publicado en cooperación con Newsweek / Published in cooperation with Newsweek