Estados Unidos enfrenta una escasez de medicamentos contra el paludismo, los cuales se utilizan de manera experimental para tratar a los pacientes con COVID-19, de acuerdo con la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés).
El organismo señala que “actualmente hay una escasez” de los medicamentos hidroxicloroquina y cloroquina, que se utilizan para tratar el paludismo, el lupus y la artritis reumatoide. Esto “se debe a un importante aumento en la demanda”, señaló la agencia gubernamental.
La FDA declaró: “todos los fabricantes están aumentando la producción”, y el organismo se asegura de que esto ocurra “de manera rápida y segura”.
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Este anuncio se produce después de que la FDA aprobara el uso de estos medicamentos en los pacientes hospitalizados por COVID-19 y para quienes participan en ensayos clínicos en busca de tratamientos para este padecimiento, tras emitir, el fin de semana pasado, la primera Autorización para el Uso en Casos de Emergencia de un medicamento relacionado con esa enfermedad.
El Departamento de Salud y Servicios Humanos de Estados Unidos (HHS, por sus siglas en inglés) señaló, este domingo, en una declaración, que había aceptado 30 millones de dosis de sulfato de hidroxicloroquina por parte de la subsidiaria de la empresa farmacéutica Novartis, y un millón de dosis de fosfato de cloroquina por parte de Bayer Pharmaceuticals.
Este miércoles, la FDA indicó que se espera que los 30 millones de dosis “contribuyan a aliviar la presión al suministro de estos medicamentos.
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“Esta es una situación fluctuante y dinámica, y la FDA participa activamente. El organismo actualiza periódicamente sus listas de escasez de medicamentos y se comunica continuamente en tiempo real para que los pacientes y el personal de atención a la salud tengan la información más actualizada sobre los productos escasos en Estados Unidos”.
Para explicar el razonamiento que siguió la FDA para dar luz verde a esos medicamentos el domingo pasado, la HHS señaló: “Informes anecdóticos indican que estos medicamentos podrían ofrecer ciertos beneficios para el tratamiento de los pacientes hospitalizados por COVID-19. Es necesario realizar ensayos clínicos para proporcionar pruebas científicas de que dichos tratamientos son efectivos”.
Los expertos que hablaron con Newsweek en ese momento, estuvieron de acuerdo en que se deben realizar ensayos clínicos para demostrar que esos medicamentos son seguros y efectivos para los pacientes con COVID-19.
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Andrew Preston, profesor adjunto de patogénesis microbiana de la Universidad de Bath, en el Reino Unido, declaró a Newsweek: “La desesperada necesidad clínica de opciones de tratamiento para el COVID-19, y la presión que tienen las autoridades para proporcionar respuestas/soluciones y para demostrar que las están proporcionando, quizás hacen que sea comprensible que la FDA haya pasado a aprobar el uso de la cloroquina y la hidroxicloroquina antes de que se disponga de evidencias firmes que apoyen su uso”.
El miércoles, la FDA también anunció que había lanzado advertencias a tres compañías por vender “productos fraudulentos que afirman prevenir, tratar, mitigar, diagnosticar o curar el COVID-19”.
Actualmente, Estados Unidos es el país con el mayor número de casos confirmados de COVID-19.
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Publicado en cooperación con Newsweek / Published in cooperation with Newsweek