Los gobiernos de los 33 países que son parte de la Red Interamericana de Compras Gubernamentales (RICG) tendrán acceso al Mecanismo de Negociación Conjunta para la compra de medicamentos y dispositivos médicos del Consejo de Ministros de Salud de Centroamérica (Comisca), decisión que se da después de las gestiones desarrolladas conjuntamente por la Organización de los Estados Americanos (OEA), el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), el Banco de Desarrollo del Caribe (CDB) y el propio Comisca.
“De esta forma, los países tendrán una posición negociadora más fuerte para acceder a mejores precios y condiciones para adquirir los materiales que necesitan para combatir la pandemia del COVID-19”.
Forman parte de la RICG, además de México: Antigua y Barbuda, Argentina, Bahamas, Barbados, Belice, Bolivia, Brasil, Canadá, Chile, Colombia, Costa Rica, Dominica, Ecuador, El Salvador, Estados Unidos, Granada, Guatemala, Guyana, Haití, Honduras, Jamaica, Nicaragua, Panamá, Paraguay, Perú, República Dominicana, Saint Kitts y Nevis, Santa Lucía, San Vicente y las Granadinas, Suriname, Trinidad y Tobago y Uruguay.
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Tras declarar al COVID-19 como una pandemia por parte de la Organización Mundial de la Salud (OMS), la RICG y sus socios estratégicos han asumido el compromiso de promover, asistir y fortalecer la capacidad de respuesta de sus países miembros frente a esta situación de emergencia.
El Mecanismo de Negociación Conjunta tiene como función salvaguardar la salubridad pública por medio de procesos de compras públicas transparentes, accesibles e íntegras, informó la Organización de los Estados Americanos (OEA).
VIRUS IMPARABLE
Mientras la pandemia del COVID-19 se extiende por la mayoría de los países de América Latina, la Organización Panamericana de la Salud (OPS) asegura que los gobiernos tienen aún una pequeña oportunidad para ralentizar la propagación del virus, reducir el impacto en los sistemas sanitarios y salvar vidas.
Carrisa Etienne, directora de la OPS, pidió que se tomen medidas urgentes y se preparen hospitales e instalaciones sanitarias para lo que se avecina: una afluencia masiva de pacientes de COVID-19 que requerirán espacio, camas, personal sanitario y equipamiento médico: “Este virus no ha sido ni será detenido por fronteras dibujadas en mapas”.
La OPS colabora con los países latinoamericanos en la protección del personal sanitario, impartiendo cursos de capacitación sobre cómo evitar las infecciones y procurar equipos de protección individual. Estos últimos se encuentran escasos.
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De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, existe una creciente interrupción del suministro mundial de equipos de protección personal (EPP), causada por el aumento en la demanda y por las compras, el acaparamiento y el uso indebido de esos productos como consecuencia del pánico. Lo que ha provocado poner vidas en peligro ante el nuevo coronavirus y otras enfermedades infecciosas.
La ONU ha implementado métodos de vía rápida para garantizar los medios más eficientes de obtener los bienes y servicios que salvan vidas y que se necesitan en el terreno a escala mundial.
En Argentina está ayudando a adquirir urgentemente ocho hospitales modulares de emergencia totalmente equipados que proporcionarán 560 camas adicionales de terapia hospitalaria. Un tercio del área se dedicará a unidades de cuidados intensivos.
En Guatemala, otro país vulnerable, la organización está ayudando a adquirir equipo médico urgente para diagnosticar, tratar y monitorear pacientes.
“También está asesorando sobre acciones de mitigación para ayudar a garantizar que la prestación de los servicios de salud existentes continúe según lo planeado, incluida la compra de medicamentos y equipos esenciales”.