El presidente del Congreso salvadoreño Mario Ponce, tildó este lunes de “intento de golpe de Estado” el ingreso el domingo de militares a ese órgano junto al presidente Nayib Bukele, acción por la que la Corte Suprema advirtió al mandatario.
“Nos hemos reunido (los dirigentes de las bancadas legislativas) para tomar acciones en relación a ese intento de golpe de Estado al órgano legislativo”, señaló Ponce en declaraciones a periodistas.
La denuncia de Ponce se refiere a la entrada por primera vez de policías antimotines y de soldados del Ejército que portaban chalecos antibalas y fusiles de asalto el domingo a la sede del Congreso, a donde llegaron acompañados de Bukele.
La confrontación entre el presidente y el Legislativo surgió cuando Bukele -apoyado en una resolución del consejo de ministros- llamó a la Asamblea a sesionar de manera extraordinaria el fin de semana para aprobar un préstamo.
La Sala de lo Constitucional de la Corte Suprema ordenó a Bukele que cese de convocar a sesionar al Congreso y le prohibió “hacer uso de la Fuerza Armada en actividades contrarias a los fines constitucionalmente establecidos”.
En una primera reacción ante lo ordenado por la sala el más alto tribunal del país, Bukele dijo en su cuenta de Twitter que “el sistema se auto protege. Y así, es como las cosas siguieron igual…”.
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Distintos sectores del país tras han pedido mesura y un diálogo para resolver el crisis política desatada por el enfrentamiento del jefe del Ejecutivo con el Legislativo.
El conflicto estalló por la negativa de los legisladores a aprobar un préstamo de 109 millones de dólares para la compra de equipamiento para el ejército y la Policía y que el presidente considera clave para mantener en marcha su plan para luchar contra las pandillas.
“Estamos ante una crisis política que requiere soluciones estructurales muy profundas, porque en medio de todo este entramado está la gente que está harta de la clase política”, advirtió el analista Dagoberto Gutiérrez.
Tras su aparición en el Congreso, Bukele lanzó un ultimátum a los diputados, dándoles una semana para aprobar el crédito.
“Los diputados están ofendidos (por lo ocurrido el domingo). Así que castigarán al pueblo no aprobando los fondos que prometieron aprobar hoy. De nuevo mintieron. No es de extrañarse. Lo hacen siempre”, escribió en Twitter Bukele.
“No podemos reaccionar al Ejecutivo teniendo una pistola en la frente”, sostuvo el presidente de Congreso tras llamar al diálogo con el gobierno.
El coordinador general del izquierdista y opositor Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN), Óscar Ortiz, indicó que el domingo “se convirtió en el día más negro que nuestra democracia conoció hasta hoy”.
Este lunes los alrededores del Congreso lucieron como un día normal, sin soldados y con las calles tranquilas.
“Asustó ver a tanto soldado y policía en el edificio de la Asamblea Legislativa, parecía un golpe de Estado, da miedo ver esas situaciones”, dijo a la AFP Marcos Salguero, que maneja un pequeño negocio de comida cerca del Centro de Gobierno, el complejo de edificios de dependencias de Estado, entre ellas el Congreso en San Salvador.
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Rechazo al Congreso
Gutiérrez opinó que el conflicto puntual se solucionará con la aprobación del préstamo, pero deja una advertencia: “El pueblo expresa odio, y hasta rencor hacia los diputados, y es lo que el gobierno utiliza”.
Según el analista, el hartazgo de la población con los legisladores proviene del hecho de que “no han hecho nada por ayudar a mejorar las condiciones de seguridad, salud, educación y empleo”.
Y esta percepción, añadió, es utilizada por el Ejecutivo: “Mientras eso no cambie la gente los va a detestar y el gobierno va a presionar usando el apoyo de la gente”, sostuvo.
El politólogo Saúl Hernández coincide en que Bukele “ha sabido identificar” el deterioro político de los partidos políticos representados en el Congreso y usarlo de la mejor manera para “presionar”.
“Hay una manipulación de la gente que está hastiada con su liderazgo político y que encuentra en la figura del presidente una salida ante problemas que no han sido resueltos en mucho tiempo, como la inseguridad”, añadió.
No obstante, Hernández considera que el Ejecutivo cometió “abuso de poder y funciones” al militarizar el Congreso.
“Épocas sombrías”
A criterio del politólogo, los hechos del domingo “sin duda alguna han causado una terrible imagen internacional sobre la forma de hacer política de este gobierno”.
Pero cree que “la presión internacional, que ha llamado al diálogo para resolver los problemas”, puede hacer que el gobierno module su discurso.
Ante la andanada de críticas desde el extranjero, el gobierno se comprometió mediante un comunicado ante la comunidad internacional a cumplir una “estricta observancia e inexorable compromiso con la democracia y el Estado de derecho”.