El lunes, personal del Sistema de Salud Henry Ford en Detroit, Michigan, llevó a cabo el que se piensa que es el primer trasplante doble de pulmón en Estados Unidos, para salvar a un paciente masculino cuyos pulmones se “dañaron irreparablemente” por vapear.

Está creciendo la preocupación por las posibles consecuencias en la salud del uso de cigarrillos electrónicos conforme más personas optan por vapear y las lesiones relacionadas con el vapeo se han vuelto más un lugar común.

Asimismo, han surgido estudios recientes los cuales sugieren que vapear podría ser “potencialmente aún más” dañino que el tabaquismo convencional.

Apenas ayer, las lesiones relacionadas con el vapeo recibieron titulares del otro lado del Atlántico. El adolescente británico Ewan Fisher dijo a BBC News: “Pensé que iba a morir”, después de que usar un cigarrillo electrónico por meses provocó que sus pulmones colapsaran y lo hizo dependiente de un pulmón artificial.

Fisher dejó los cigarrillos convencionales por el vapeo en 2017 cuando tenía 16 años, en un intento de enfocarse en su carrera de boxeador amateur. Sin embargo, cada vez se le hacía más y más difícil respirar y, tras meses de uso, Fisher tuvo que ser ingresado a la sala de emergencias cuando lo diagnosticaron con neumonitis por hipersensibilidad y tuvo que ser puesto en soporte vital.

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Rachael Hodges, alta funcionaria de política pública de la Fundación Pulmonar Británica, dijo a Newsweek que la enfermedad “parece haber sido una respuesta alérgica” al contenido del vapor del cigarrillo electrónico.

“Este joven anteriormente sano presentó una enfermedad respiratoria catastrófica”, dijeron los médicos, escribiendo en la revista Archives of Disease in Childhood, publicada el lunes. “Esta sería la primera vez que el asma se presente de una forma prácticamente inaudita”.

Dos años después, Fisher casi se ha recuperado por completo, pero dice que “todavía no he vuelto a la normalidad”.

Los autores del estudio de caso concluyen que “consideramos los cigarrillos electrónicos como ‘más seguros que el tabaco’ bajo nuestro propio riesgo”.

Se piensa que los cigarrillos electrónicos tienen muchas menos toxinas que los cigarrillos tradicionales, los cuales liberan más de 7,000 químicos al quemarse (de los cuales, por lo menos 69 son carcinógenos conocidos). Sin embargo, todavía pueden contener nicotina, metales pesados, compuestos orgánicos volátiles y otras sustancias dañinas.

Los cigarrillos electrónicos también han sido conectados a un brote de una enfermedad relacionada con el vapeo —“lesión pulmonar asociada con el uso de cigarrillo electrónico o producto de vapeo”, o EVALI, por sus siglas en inglés—, la cual ha afectado a más de 2,000 consumidores en Estados Unidos, resultando en la muerte de 39 de ellos. Los expertos todavía no han determinado de manera concluyente qué provoca la EVALI, pero han observado ciertas similitudes entre los casos que podrían dar algunas pistas.

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Un hecho que interesa especialmente es que los casos a menudo involucran productos que contienen THC, el principal constituyente psicoactivo del cannabis, y una prueba de laboratorio publicada recientemente por los centros de Control y Prevención de Enfermedades (CDC), sugiere que el acetato de vitamina E podría ser un factor importante. Sin embargo, “la evidencia todavía no es suficiente para descartar la contribución de otros químicos preocupantes con la EVALI”.

Otros efectos adversos a la salud conectados al vapeo incluyen daño al ADN y enfisema.

El profesor John Britton, Director del Centro del Reino Unido para Estudios de Tabaco y Alcohol y Consultoría en Medicina Respiratoria, de la Universidad de Nottingham, dijo a Newsweek que podemos esperar ver casos de cáncer pulmonar, enfermedad pulmonar obstructiva crónica y fibrosis pulmonar relacionados con el vapeo en el futuro.

“Perolas cifras involucradas posiblemente sean bajas, y sustancialmente más bajas que las actuales provocadas por el tabaquismo”, comentó él. “Es inconcebible que el vapeo resulte ser tan dañino como fumar”.

Otros estudios han sugerido que no hay efectos adversos conectados al vapeo a largo plazo, mientras que algunos apoyan los beneficios, hallando que los fumadores podrían ganar 86 millones de años de vida si optaran por el cigarrillo electrónico. Una revisión publicada por Salud Pública de Inglaterra en 2018 concluyó que vapear era 95 por ciento menos dañino que los cigarrillos convencionales.

“Mantenemos nuestro apoyo a la postura basada en la evidencia de Salud Pública de Inglaterra de que los cigarrillos electrónicos son 95 por ciento menos dañinos que los cigarrillos”, dijo Hodges.

“Necesitamos investigar más sobre los efectos a la salud a largo plazo del uso de cigarrillos electrónicos en los pulmones en particular y en los efectos específicos de los diferentes químicos y componentes”.

La línea oficial publicada por los CDC es que vapear tiene “el potencial de beneficiar a los fumadores adultos que no estén embarazados si se usa como un sustituto total de los cigarrillos comunes y otros productos fumados de tabaco”, pero aconseja a los no fumadores que “no empiecen”. También se aconseja que jóvenes y mujeres embarazadas se abstengan de vapear.

En cuanto al paciente que se sometió al trasplante doble, se espera que los detalles sean publicados hoy martes en una conferencia de prensa a las 3 p.m., hora del este de Estados Unidos, incluida una actualización sobre la condición del paciente y una discusión sobre el tratamiento que recibió.