Pacientes con VIH de Aguascalientes denuncian desabasto de antirretrovirales (ARVs), según lo confirma el director de la asociación civil VIHDHA, Marco Antonio García Robles, esto tras las nuevas políticas de compras y distribución de la Secretaría de Salud federal y la estrategia de cambio de tratamientos, por lo que un número intedeterminado de personas que se atienden en el Centro Ambulatorio para la Prevención y Atención en sida e Infecciones de Transmisión Sexual (Capasits) no han recibido sus medicamentos completos.
El activista indicó que algunas personas tratadas en el Capasits, dependiente del ISSEA, se comunicaron con él para denunciar que solo obtuvieron una dotación parcial de pastillas o de plano les han dicho que se esperen unos días, lo que puede significar graves afectaciones a la salud de la gente, como el pasar a una etapa de sida o adquirir infecciones oportunistas. Entre las medicinas que no han surtido se encuentra el Triumeq, que se introdujo para sustituir otros ARVs, teóricamente para disminuir efectos secundarios y bajar costos.
No obstante, García Robles aclaró que la citada combinación de ARVs también conlleva riesgos de reacciones alérgicas, acidosis láctica y graves transtornos del hígado, aunque los efectos secundarios más comunes son dificultad para dormir, dolor de cabeza y cansancio. De hecho, algunas personas usuarias de los esquemas antiguos, como el que incluye el Efavirenz, han pedido que no se les cambie el medicamento solo por decisiones administrativas, a pesar de notas alarmistas que lo satanizaron, aunque ciertamente en algunos pacientes se han presentado alteraciones de carácter emocional o cambios en la acumulación de grasa corporal. “Cada caso debe analizarse por un infectólogo y otros especialistas, y no pueden asignarse tratamientos por ahorrarse dinero o por decretos presidenciales”, advirtió el especialista en investigaciones interdisciplinarias.
En otro tema, el integrante del Consejo Estatal para la Prevención del sida (Coesida) dio a conocer que se quiere cambiar la política social de prevención y atención de las infecciones de transmisión sexual (ITS) por estrategias de corte empresarial, a petición de las autoridades federales de Salud, y por los exhortos presidenciales para “evitar a los intermediarios”.
Marco García Robles explicó que en lugar de convocar a que las organizaciones sociales con trayectoria trabajen de la mano del ISSEA y el Censida, ahora se realizó una invitación para que mediante una licitación, personas -no organizaciones de la sociedad civil-, presten sus servicios para realizar capacitaciones a personal de salud, intervenciones de difusión sobre salud sexual, así como la aplicación de pruebas rápidas de detección de VIH y sífilis y el seguimiento a quienes obtengan algún resultado reactivo. Denunció que no se tomó el parecer de todas las personas integrantes del pleno del Coesida y que “el procedimiento es muy atípico y extraño, porque se pidió expresamente que quienes compitan por el financiamiento público sean integrantes de una asociación, pero que lo hagan a título personal; es decir, una simulación o triangulación en el uso de los recursos federales”.
Asimismo, el candidato a doctor en estudios socioculturales manifestó: “Estoy seguro que no faltarán activistas que modifiquen su régimen fiscal para ser acreedores al presupuesto que administrará el ISSEA por hasta un millón de pesos, pero esto implica modificar la mística de servicio social a una visión empresarial, con las obligaciones que esto conlleva”. Sin embargo, dijo respetar a quien decida convertirse en un proveedor de Gobierno del Estado, pues ante todo, deberán cumplir con las normativas vigentes y seguramente podrán demostrar experiencia en cuestiones de prevención y atención de VIH, sida y otras ITS.
De igual forma, Marco García enfatizó que las mujeres y hombres que son parte de VIHDHA A. C. no tienen temor a procedimientos fiscales o de transparencia, ya que “en años anteriores hemos cumplido a cabalidad con las reglas de operación de la Secretaría de Hacienda e Indesol, además de que la Secretaría de Salud ha supervisado y aprobado los proyectos que nos financió a través del Censida”.
Añadió que tampoco entraron a la licitación convocada por el ISSEA porque hubo poco tiempo para hacer una planeación efectiva, no hubo información clara y se enviaron tres versiones del anexo técnico con errores e imprecisiones. “No queremos convertirnos en unos empresarios del sida, sino continuar como voluntarios en una causa social”, comentó tras señalar que con los recursos de los que dispone la organización, continuarán la atención especializada a gente LGBTTTIQ y a las personas que viven con VIH.
Ante el cuestionamiento de si las y los activistas deben o no recibir un pago por sus servicios, Marco Antonio García Robles expresó que siempre se trata de gestionar que reciban una retribución monetaria, aunque sea simbólica, “pero nunca ha sido una condicionante, pues tomamos en cuenta la situación económica de la gente que ayudamos, o lo hacemos de manera gratuita, como las charlas que nos solicitan en instituciones educativas” indicó.
“En VIHDHA nos hemos preparado para brindar servicios profesionales a la gente que lo necesita, con calidad y calidez, con el lenguaje y trato libre de estigma y discriminación, sin importar horarios y lugares poco convencionales. Tenemos el apoyo de psicólogas, trabajadoras sociales, enfermeros, abogados, médicos y otros profesionistas que en algunos casos llevan más de veinte años en las causas de la diversidad sexual y los derechos humanos” concluyó el actual dirigente de VIHDHA A. C.