Según un estudio publicado el 17 de abril en la revista PLOS ONE, en los próximos 25 años, el cambio climático podría reducir y secar entre 60 y 80 por ciento de los bosques nubosos del hemisferio occidental.
Localizados en lo alto de las montañas tropicales, los bosques nubosos se cuentan entre los ecosistemas con mayor biodiversidad en el planeta, y son hogar de una gran variedad de especies endémicas que han evolucionado adaptaciones específicas para el ambiente húmedo.
La Enciclopedia Británica informa que estos bosques suelen experimentar lluvias abundantes, y es común que estén envueltos en neblina debido al enfriamiento de las corrientes de aire húmedo que las montañas desvían hacia la cumbre. Estos ambientes se caracterizan por sus árboles retorcidos y de baja altura, habitualmente cubiertos con musgos y helechos.
Ahora bien, si la tasa de emisiones de gases de efecto invernadero sigue aumentando como hasta ahora, los autores del estudio conjunto del Servicio Forestal de Estados Unidos y la Universidad Estatal de Colorado sugieren que hasta 90 de los bosques nubosos del hemisferio occidental podrían verse afectados hacia el año 2060.
Los investigadores explican que el cambio climático reducirá la formación y la densidad de las nubes de gran altitud, lo que dará origen a condiciones más áridas que afectarán el funcionamiento de esos ecosistemas.
Esto es muy grave, porque los bosques nubosos desempeñan un papel ecológico crítico: sus árboles, plantas y líquenes captan cantidades enormes del vapor de agua que contribuye al caudal de los arroyos. De hecho, los bosques nubosos aportan hasta 75 por ciento del agua que corre en los arroyos de las zonas más áridas.
Por otra parte, muchas especies animales dependen de esos magníficos ecosistemas. Por ejemplo, las mariposas monarca pasan el invierno en los bosques nubosos de Michoacán, en el centro de México, donde el ambiente nublado mantiene estable la temperatura, y esto les proporciona un refugio seguro
A decir de los autores, su estudio es el primero que cuantifica los efectos del cambio climático en los bosques nubosos de todos los continentes.
Para su investigación, los científicos analizaron los efectos del cambio climático en la inmersión nubosa, una característica para la cual las especies de los bosques nubosos han evolucionado adaptaciones muy específicas. Los investigadores empezaron por crear un mapa de todas las regiones del hemisferio occidental que albergan bosques nubosos, y después combinaron esa información con los datos presentados en estudios climáticos y ecológicos realizados a lo largo de más de medio siglo.
A continuación, tomaron en cuenta los pronósticos de las emisiones de gases de efecto invernadero e hicieron proyecciones de la extensión futura de los bosques nubosos de diferentes regiones, así como de su humedad relativa (una medida que permite determinar la frecuencia y la densidad de las nubes).
Los resultados son preocupantes. Los investigadores predicen que, prácticamente, todos los bosques nubosos de algunas regiones -como México, América Central y el Caribe- experimentarán una reducción en la inmersión nubosa, y agregan que esa reducción será consecuencia del aumento de temperatura en tierra firme, el cual provocará que el aire de las montañas alcance una altura mayor antes que pueda enfriarse lo suficiente para formar nubes. Este fenómeno reducirá la cantidad de nubes y esto, a su vez, disminuirá la extensión de los bosques nubosos.
Estudios previos han sugerido que la inmersión nubosa podría aumentar en algunos bosques y disminuir en otros. No obstante, la investigación más reciente, aquí descrita, proyecta que ese aumento solo se observará en 1 por ciento de los bosques nubosos del hemisferio occidental, y abarcará apenas un puñado de regiones de América del Sur.
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Publicado en cooperación con Newsweek / Published in cooperation with Newsweek