*“Nos dijeron que por Juárez es más rápido el trámite de asilo en EU”, apunta André, quien viajó desde Angola hasta llegar a esta frontera
*Gobiernos, de los tres niveles, rebasados declaran emergencia y piden ayuda de la población
Ciudad Juárez.- “Llegamos en busca de una mejor vida”, dice con una mezcla de portugués y español, André Cango, un sonriente migrante que tardó casi tres meses en llegar a Ciudad Juárez desde la República de Angola, país ubicado al sur del continente africano; su meta es solicitar asilo por “miedo razonable” en Estados Unidos.
Junto con su hija, parientes y otros conocidos, emprendió el viaje debido a que, según subraya, en su país enfrenta discriminación, falta de empleo y de oportunidades. Tampoco pudo estudiar porque para hacerlo tenía que pagar y no cuenta con recursos.
André espera llegar a Estados Unidos con el objetivo de trabajar para que sus condiciones de subsistencia mejoren, al menos ésa es su expectativa porque en su país, “la situación era muy difícil para nosotros”.
Como el angolano, poco más de 300 personas de diferentes nacionalidades permanecían la noche del 13 de febrero en el gimnasio del Colegio de Bachilleres (COBACH), ubicado en las inmediaciones del Parque Central Poniente, a la espera de ser llamados por las autoridades estadounidenses.
Además, otros 600 viajeros están refugiados en la Casa del Migrante, un centro edificado en la colonia Satélite, al oriente de la ciudad.
De los migrantes que están en el gimnasio del COBACH, 120 vienen de Cuba, 27 de países del continente africano como Angola, Nigeria, El Congo y Camerún, el resto de naciones centroamericanas como Guatemala, Honduras, Nicaragua y El Salvador. También hay connacionales de Guerrero, Estado de México y Michoacán, informa el coordinador del Consejo Estatal de Población (COESPO), Jesús Enrique Valenzuela Peralta.
“Eso nos detonó la contingencia, tuvimos que acomodarlos en la duela, estaban en una sala, pero llegaron más, luego de que la Casa del Migrante se saturó”.
El funcionario estatal explica que el fenómeno ocurre, al parecer, porque de otras partes, como Piedras Negras, les dicen que por aquí el trámite es más rápido, lo que es inexacto.
De hecho, eso fue lo que André y sus acompañantes escucharon en Tapachula, Chiapas, así que se dirigieron a Ciudad Juárez desde el 12 de febrero pasado.
El africano, que habla portugués y francés, calcula que permanecerá aquí al menos 20 días, antes de ser llamado por las autoridades estadounidenses.
Cuenta que junto con sus acompañantes, salió de África en noviembre, llegaron vía aérea a Brasil, ahí tomaron un camión para llegar hasta la frontera con Perú, después cruzaron por Ecuador, Colombia, Panamá, Costa Rica, Nicaragua, Honduras y Guatemala para llegar finalmente a México y dirigirse a esta frontera. Una verdadera odisea.
En Tapachula, Chiapas, escucharon que las caravanas de migrantes habían saturado distintas fronteras de México con Estados Unidos, también les dijeron que en Ciudad Juárez, las autoridades estadounidenses estaban recibiendo a un mayor número de solicitantes de asilo, por lo que decidieron venir.
“No podemos aguardar mucho tiempo, nos dijeron que aquí entran más personas por día, 100 al día, por eso estamos esperando para cruzar”, comenta.
A pesar del largo viaje y del esfuerzo hecho, André no tiene la certidumbre de lo que ocurrirá, cuando le llegue su turno para pedir el asilo.
REPORTAJE COMPLETO EN LA REVISTA NEWSWEEK CHIHUAHUA No. 1