El expresidente de Uruguay José Mujica llamó este martes a evitar una guerra en medio de la crisis política y económica que atraviesa Venezuela, al mismo tiempo que descartó participar como mediador para buscar una solución al conflicto.
“Lo más importante que hay que evitar es la guerra, y la guerra está arriba de la mesa”, dijo Mujica en entrevista con Desayunos Informales, de la televisora uruguaya Teledoce, en referencia a las advertencias del gobierno de Donald Trump de que no descartan opciones militares en el país sudamericano ante el régimen de Nicolás Maduro.
El exmandatario alertó que una conflicto de ese tipo en Venezuela podría tener “complicaciones” en el país y en la región. “Es una imagen que debe de ocupar nuestra máxima preocupación. Por eso (hay que) encontrar alguna fórmula que dé salida a esta contradicción”.
Las declaraciones de Mujica suceden a dos días de que un grupo de países latinoamericanos y europeos, entre ellos México y Uruguay, se reúnan en Montevideo para buscar una solución a la crisis. No obstante, el autoproclamado presidente interino Juan Guaidó descartó participar.
Al respecto de la búsqueda de la solución, el exlíder de izquierda dijo que “lo peor es no intentarlo y naturalmente para poderlo intentar habría que tener relaciones equidistantes en Venezuela”.
Además, dijo que es necesaria la participación internacional porque “cuando hay mucha radicalización y la gente se llena de pasión y de odio, disminuye el grado de inteligencia, no se penetra en las cuestiones esenciales”.
Para organizar nuevas elecciones, propuso que participara la ONU y dijo que deberían “participar todos: el chavismo madurista, el chavismo contrario a Maduro y todo el espectro de la oposición, porque sino sería un fraude electoral disimulado con el apoyo internacional, más allá de la voluntad que tengan los dirigentes”.
Venezuela vive este conflicto en medio de la peor crisis económica de su historia moderna, que provocó el éxodo de unos 2.3 millones de personas desde 2015, según la ONU.
Los venezolanos sufren los rigores de una escasez de medicamentos que ronda 85%, y miles de enfermos con afecciones crónicas tienen dificultades para acceder a sus tratamientos, según onegés críticas del gobierno.
Con información de Teledoce