La calidad del aire en el estado ha tenido niveles bajos en los últimos años, y si bien no han reportado cifras alarmantes, si no se buscan acciones para disminuir emisiones de carbono, podría llegar a ser un problema ambiental alarmante.
Esto declaró el delegado de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente en la entidad, Luis Fernando Muñoz López, quien consideró que son dos los principales responsables de estas mediciones; los cientos de miles de automóviles circulando en la ciudad, y las llamadas fuentes de área.
“En éstas se incluyen ladrilleras o empresas para trasiego materiales que no constituyen o emiten residuos peligrosos pero que tienen alguna dosificación de partículas a la atmósfera pero que tienen alguna dosificación de partículas a la atmósfera como con alimentos, fertilizantes, etcétera”, explicó.
Por parte de la Profepa, no se han realizado sanción alguna a las 80 fuentes fijas que mantienen en monitoreo constante, las cuales son visitadas por lo menos dos veces al año, agregó el delegado.
Para el funcionario, una de las acciones más urgentes es comenzar a analizar qué políticas públicas aplicar para que estos índices de contaminación bajen, y se expresó a favor de la inquietud de diversos ambientalistas por el posible aumento de vehículos transitando gracias a la gran cantidad de obra pública en materia de movilidad.
“La inquietud que plantean los ambientalistas en el tema de los problemas asociados a la movilidad me parece que están en el corazón del tema que tenemos que revisar y ponerse en acuerdo con la autoridad estatal para ver si eso significa menos pasos a desnivel o incentivar uso de vehículos automotores particulares o establecer algún mecanismo que no permita que ya no entren vehículos pesados al centro por ejemplo”.
Muñoz López recordó que es natural la elevación de índices contaminantes en época invernal, pues se crea un efecto invernadero en los mes de de octubre hasta marzo.