A los 14 años tomó un bajo después de escuchar a Jaco Pastorius, en ese momento decidió su futuro y hasta ahora se apega a esos sueños. El último disco de Richard Bona es toda una mezcla de culturas: ritmos cubanos, instrumentos españoles y toques muy africanos. Por eso lo ha llamado “Heritage” (herencia), pues viene de todos los lugares que han sembrado algo en el interior de este bajista reconocido por trabajar con artistas como Mike Stern, Bob James, Chick Corea, Bobby McFerrin o Branford Marsalis, entre otros importantes referentes del jazz en el mundo.
Ahora viene a México con un espectáculo que, en sus palabras, “vamos a encender la Ciudad de México, traemos mucha felicidad porque eso es la música y de eso se trata esto que hacemos”. En una llamada telefónica desde la ciudad de Nueva York, Bona habla de su pasado en África y su amor por la música latina.
Suenas emocionado de venir a México…
“Es que me fascina México y me hace muy feliz volver a ver a mis seguidores. Además ya extraño la comida mexicana. No sé tú pero yo nunca he probado un mal taco, todos saben a un cachito de cielo”.
Además vienes con un gran grupo de músicos…
“Los van a amar. Todos ellos son muy talentosos y los van a disfrutar, tenemos dos franceses, un italiano, un cubano y yo que soy el único mexicano de la banda”, dice bromeando pues en realidad es africano y reside en Nueva York.
Tu último álbum suena muy latino ¿quiénes son tus influencias?
“Yo digo que soy latino, y sí, mi último álbum está totalmente influenciado en la música cubana. Es que lo latino es africano, porque es parte español, parte indio, parte africano y hasta chino. Es una mezcla de todo eso, de sus tradiciones, de sus instrumentos y eso es lo que hace lo latino. No es algo inventado después de la conquista. Yo ya no lo llamo música latina, es más bien una herencia y por eso mi álbum se llama ‘Heritage’”.
Con tus álbumes cuentas historias ¿las planeas?
“Soy un cuenta cuentos, crecí con un abuelo que a eso se dedicaba en África y esa es mi historia. Contamos historias de nuestras vidas, de lo que nos rodea”.
¿Cómo es vivir en Nueva York después de África?
“Para mi vivir aquí en Nueva York es raro, porque crecí en una pequeña aldea llamada Minta, en Camerún, en África. Es aldea tenía máximo 20 casas y yo era tan feliz, todo lo que teníamos era lo que necesitábamos, nada más. Cuando me mudé a Nueva York alguien me dijo que seguramente era triste vivir así (en África) y no, eso era lo único que yo conocía y era muy feliz. Es más, recuerdo que cuando veía fotos de Nueva York, en algún libro, veía los edificios que estaban por todas partes y la gente viviendo en cajas (departamentos), eso me parecía triste. Y ahora yo vivo en una caja, pero también soy feliz”.
Richard Bona se presentará en el Lunario del Auditorio Nacional este martes 2 de octubre a las 21:00