Pese a la existencia de tecnología suficiente que permite medir en tiempo real los daños estructurales a edificios públicos y privados causados por los sismos, México se encuentra rezagado en normatividad que obligue las constructoras a implementar dispositivos con este fin.
Así lo señaló el expresidente del Colegio de Ingenieros Topógrafos del Instituto Politécnico Nacional (IPN), Arturo Palencia, quien sostuvo que la modernización es prioritaria en un país altamente sísmico como el nuestro.
A unos días de que se cumpla un aniversario de los terremotos del 19 de septiembre que causaron pérdidas de vidas humanas y daños en la Ciudad de México en 1985 y 2017, el actual director del Comité de Protección Civil para la Unión Mexicana de Ingenieros calificó como “negligencia” que no se aplique la tecnología para ámbitos de prevención.
“Hoy por hoy existen dispositivos que permiten monitorear los eventos sísmicos, desde el momento en que se genera una subducción de placas tecntónicas, hasta los desplazamientos que se registran en edificios o bien, los daños estructurales”, apuntó.
En entrevista, señaló que sin embargo, no existen leyes que obliguen a las constructoras a instalar este tipo de tecnología en los inmuebles que edifican, lo que permitiría reducir riesgos.
Peor aún, señaló, los edificios públicos como las escuelas, universidades, unidades administrativas, tampoco hacen uso de este tipo de instrumentos.
Ni siquiera existe un formato de revisión de edificios que unifique criterios entre los propios ingenieros o arquitectos, respecto a los daños que se registran en los inmuebles, luego de los sismos.
Ante ello, urgió a las autoridades a establecer la coordinación para evitar que se pierdan vidas humanas ante eventos naturales como los sismos, que son impredecibles, pero que sí pueden evaluar de manera inmediata sus daños, con el uso de tecnología como los GNSS.
Agregó que tampoco existe el levantamiento digital de los monumentos históricos, de tal forma que en caso de sucumbir ante un terremoto, puedan reconstruirse con precisión milimétrica.
“Es urgente que México emprenda el uso de tecnologías complementarias para evitar daños en casos de sismos, o afrontar estas eventualidades de la naturaleza de forma preparada”, concluyó.