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Aída Cuevas llevaba casi tres décadas retrasando una de sus metas de vida: conseguir una licenciatura.
Sus compromisos como madre de familia, mujer trabajadora y pilar del hogar, le llevaban con frecuencia a postergar su sueño de profesionalizarse.
“Yo decía, cuando mis hijos terminen la universidad, voy a terminar mi carrera”, cuenta Aída, quien actualmente labora como gerente de recursos humanos en una maquiladora de Tijuana.
A sus 48 años de edad tiene un puesto que le enorgullece, pero sabe que puede aspirar a cargos más altos y obtener ingresos que mejoren la calidad de vida de su familia, si cuenta con un título universitario.
“Y ¿para qué dejarlo, no? La vida se me acaba en cualquier momento y estoy dejando cosas sin realizar”, dice.
Un día se le presentó, en forma de espectacular, el camino que necesitaba tomar para cumplir sus sueños.
Encontró en un anuncio de CETYS Universidad, la oportunidad de cursar una carrera en tres años, invirtiendo solo tres horas, tres días a la semana.
Aída asistió a una charla informativa y no lo pensó más. Se inscribió a la licenciatura en Dirección de Negocios en 2016.
Hoy cursa el noveno trimestre y al ritmo que lleva, estará graduándose en julio del próximo año, al igual que sus hijos, que estudian distintas licenciaturas en otras universidades.
Dirección de Negocios es una de las dos carreras gerenciales que ofrece CETYS Universidad. La segunda es Dirección Comercial y Mercadotecnia.
Ambas forman parte de la oferta de programas gerenciales a los que también se les conoce como 3x3x3. Van dirigidos a personas que, al igual que Aída, tienen más de 24 años de edad y están inmersos en la vida laboral, así que necesitan de cierta flexibilidad en los horarios.
Las materias se ofertan de 7 a 10 de la noche y tienen validez oficial, otorgada por la Secretaría de Educación Pública (SEP).
“Tenemos muchos estudiantes que han estado durante muchos años en la industria maquiladora y que han ido escalando peldaños, pero llega un punto donde el sistema les dice, ¿sabes qué? Necesitamos la profesionalización de lo que sabemos que sabes hacer. Entonces CETYS es un buen recurso”, dice la maestra Cinthya Torres, Coordinadora de Carreras Gerenciales en Campus Tijuana.
En estas carreras hay estudiantes que tienen desde 24 hasta 67 años, porque la edad no es problema.
Los avances tecnológicos han cambiado las formas de enseñar y de aprender en las aulas, pero CETYS Universidad ofrece todo el acompañamiento que solicite el alumno, como parte del programa.
Aída tenía 27 años sin pisar un salón de clases y algo que le preocupaba era ponerse al día con la vida académica, pero también con la tecnología que necesitaba usar.
“No sabía usar una laptop entonces tuve que aprender. Yo traía mis teléfonos [viejitos]. Compré uno por las aplicaciones y la verdad es bueno, porque ya utilizo estas herramientas en mi trabajo”, dice.
Para ella, actualizarse fue sencillo gracias al apoyo de la universidad, que también le ofreció asesoría en matemáticas.
Uno de los elementos distintivos de las carreras gerenciales en CETYS Universidad, es que los maestros toman un diplomado en andragogía, docencia y didáctica, lo cual les permite una mejor comprensión de las necesidades particulares que tienen los alumnos de estas carreras.
Andragogía es la disciplina que se encarga de estudiar cómo aprenden los adultos, de acuerdo a Torres.
Gracias a esto, el docente dispone de herramientas y estrategias que le permiten acompañar al alumno y adaptarlo a su nuevo ritmo de vida.
El aspecto económico tampoco debería ser un impedimento, en opinión de Torres.
Apunta que la universidad cuenta con apoyos financieros y facilidades de pago que se adaptan a las posibilidades del alumno.
La coordinadora reconoce que muchas de las personas que se inscriben a las carreras gerenciales, tienen familias que mantener y tienden a pensar que el dinero será un problema.
Pero dice que una vez que se acercan a hablar con el Departamento de Finanzas, descubren que no es así.
Aída, por ejemplo, tenía dudas sobre su capacidad para costear la carrera.
“Yo sostengo mi casa, entonces pensé, “si van a ser más gastos, no sé si voy a poder”, pero viendo las facilidades que tiene CETYS, se me hizo muy accesible”, dice Aída, que mantiene a dos hijos también universitarios.
Ella cuenta con una beca del 20%, y según la coordinadora, varias empresas cuentan con convenios de apoyo financiero para los trabajadores que deciden estudiar en CETYS Universidad.
Torres apunta que además, CETYS cuenta con facilidades para ciudadanos estadounidenses que no cuentan con el presupuesto para estudiar en ese país.
Al final, la educación es una inversión que rinde frutos, incluso más pronto de lo que uno espera.
Menciona el caso de Carlos, un estudiante de CETYS Universidad que todavía estaba estudiando cuando recibió una oferta laboral en Seattle, Washington.
Su entrevista fue todo un éxito como resultado de lo aprendido en el programa, y el alumno se tuvo que ir.
La empresa que contrató a Carlos facilitó los trámites de migración para él y su familia, que tres meses después lo alcanzaron en su nuevo hogar.
Sus vidas cambiaron para mejor.
“A veces decimos ya estoy grande, ya me voy a jubilar o ya tengo un empleo, pero la universidad te da herramientas para que mejores y lo apliques en tu trabajo”, dice Aída, quien tiene la vista apuntando al cielo.
Ya que inició, no piensa detenerse en la licenciatura.
Lo siguiente para ella será estudiar una maestría y prepararse para emprender un proyecto.
“Una de las cosas que tiene CETYS, es que forma emprendedores, personas que vean oportunidades a donde volteen. Estoy segura que las herramientas que he estado adquiriendo, me garantizan que este proyecto tendrá éxito”, agrega.
Opina que el desarrollo profesional es una llave para abrirse más puertas.
Con un negocio propio, en otras empresas o en otras tierras, como sucedió con Carlos.
Es por eso que vale la pena hacer el esfuerzo; el tema es animarse.
Y la pregunta es cuándo.