SERIE CAMINO ELECTORAL
Desde el extranjero, connacionales quieren hacer valer su voto para el México que añoran y al que no descartan algún día regresar.
Maribel Solache llegó a Estados Unidos hace 14 años, irónicamente un 20 de noviembre.
Egresada de Derecho por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), tocó incontables puertas y al no ver un camino seguro emigró con su familia buscando mejores oportunidades.
Esta será la segunda vez que vote desde el exterior. Lo hace por su familia, la que todavía está ahí, pero sobre todo para contribuir a su país más allá que solo con sus remesas.
“Nuestra voz tendría que tener más peso que el peso que mandamos para allá”, comenta en referencia a la que es la principal fuente de ingresos para el país.
Y es que dice, el México de ahora no dista del México que dejó. Por ello quiere aportar su granito de arena y considera que el voto es la manera de hacerlo. “Estés en donde estés, México te duele”.
Esta elección en particular tiene una nueva razón.
La incertidumbre que se vive en Estados Unidos a raíz del endurecimiento de las políticas migratorias también la ha llevado a la reflexión, pues tanto migrante como maestra de clases de ciudadanía en el condado de San Diego, Maribel sabe que muchos mexicanos podrían verse forzados a regresar.
“Esta elección debe ser tan importante, justo por la vulnerabilidad en la que estamos, tanto documentados como indocumentados ante este presidente”, comenta en alusión a las políticas de Donald Trump.
De ahí el interés de paisanos de participar en las denominadas “elecciones más grandes en la historia”, en las que además de presidente, podrán elegir a senadores y gobernadores, en caso de que el elector sea de uno de los estados en donde se disputa dicho cargo.
Cerca de 180 mil mexicanos que emitieron su solicitud para votar desde el exterior podrán participar en los siguientes comicios, según datos del Instituto Nacional Electoral (INE). De ellos, más del 80% lo hará desde Estados Unidos.
Esta será la tercera vez que se permita el sufragio desde el extranjero, pero la primera en que se permitió tramitar la credencial para votar a través de la red de consulados y embajadas.
Si el número de votantes para la elección de julio es alto o bajo, todavía queda a debate.
Se trata de casi el quíntuple de solicitudes en comparación a la primera vez que se otorgó este derecho en 2006, pero la cifra queda baja si se calcula que más de 12 millones de mexicanos radican fuera del país, según la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE).
“Todavía no se llega al punto óptimo pero cada elección se va avanzando”, considera Rafael Fernández de Castro, director del Centro de Estudios México-Estados Unidos de la Universidad de California San Diego (UCSD).
La principal demanda de la diáspora en pasadas elecciones era que se permitiera tramitar la credencial para votar desde el exterior. Antes solo podía expedirse en México, lo que lo hacía imposible para quienes emigraron sin documentos.
El INE escuchó y de los millones de connacionales que viven en Estados Unidos, se recibieron 674 mil solicitudes de credencial de elector este año, de las cuales, sólo poco más de una cuarta parte se inscribió en la lista nominal.
Falta conocer cuántos mandarán su boleta electoral antes de la fecha límite del 30 de junio.
Lo que es un hecho, es que esta será la elección con mayor participación desde el extranjero.
Hasta la noche del jueves 7 de junio, el INE había recibido 41 mil 914 paquetes electorales, lo que supera los números registrados en los últimos dos procesos electorales.
En 2006, cerca de 40 mil mexicanos se registraron para votar a distancia, de los cuales el 80% hizo lo propio. Para 2012, se recibieron casi 60 mil solicitudes y la participación electoral fue de casi el 70%, según el INE.
Las razones del por qué en esta ocasión el número de solicitantes no fue más alto, varía.
Como notó Fernández de Castro, contrario a lo que pasa en México en donde se está “bombardeado” de información electoral, en Estados Unidos es más limitado.
“Los que están registrados para votar son de los mexicanos que siguen enormemente la elección”, piensa.
Pero también hubo quién no se enteró de la fecha límite para enviar su solicitud. Francisco Peralta, estudiante y beneficiario del programa Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA, en inglés) fue uno de ellos.
“Me enteré ya muy tarde”, aceptó el joven que acudió a un evento de la UCSD en donde la oradora fue la entonces candidata a la presidencia Margarita Zavala. “Por supuesto que me hubiera registrado de haber sabido”.
En el condado de San Diego, el consulado recibió cerca de 12 mil solicitudes de connacionales, aunque al tratarse de una “región binacional” la dinámica es distinta, pues muchos tienen la facultad de cruzar la frontera y emitir su voto desde Baja California.
Marcela Celorio, cónsul general de México en San Diego, reconoce que “no son los números que se quisieran para el peso específico que tienen los mexicanos en el exterior”, pero da crédito al progreso en comparación a las últimas dos elecciones federales.
También considera que todavía persiste cierta desinformación, principalmente en quienes cuentan con doble ciudadanía.
“Hay mucha gente que piensa que si está en Estados Unidos no puede tener esa doble ciudadanía o si vota en Estados Unidos no puede votar en México, entonces tiene miedo a perder esos derechos”, dice.
En cuanto a las preferencias electorales, una encuesta realizada por la firma Latino Decisions en Estados Unidos no se separa de lo que apuntan los sondeos en México.
Cerca del 40% de los inmigrantes encuestados que están registrados para votar se inclinan por el candidato Andrés Manuel López Obrador (Morena-PES-PT), seguido por Ricardo Anaya (PAN-PRD-MC) con el 8%, la entonces aspirante independiente Margarita Zavala contaba con el 7% y apenas un 4%, apoyaba a José Antonio Meade (PRI-PVEM-Panal). El único sondeo hasta ahora, fue realizado previo a que el INE concediera registro al candidato independiente Jaime Rodríguez, “El Bronco”.
Para David R. Ayón, analista y asesor estratega para Latino Decisions, considera que con su voto, los mexicanos en el exterior están emitiendo un juicio hacia las últimas tres administraciones federales.
López Obrador lo califica como el “candidato más conocido”, y pareciera que los paisanos se han decidido “por este personaje y su oferta política”.
Para el también investigador de la Universidad Loyola Marymount (LMU) de Los Ángeles, el perfil del inmigrante que vota a distancia es de alguien que, inconforme con sus condiciones actuales, se arriesgó a salir del país en búsqueda de oportunidades.
“Están en condiciones de hacer unos juicios más críticos”, comenta Ayón.
López Obrador repite en la boleta electoral desde 2006, año en que se dio apertura al voto exterior. Pero en ninguna de las otras dos ocasiones fue favorecido por los sufragios de connacionales.
En 2006, Felipe Calderón (PAN) obtuvo el 58% de los votos del exterior, seguido por López Obrador (PRD) con el 34%, y en tercer lugar, Roberto Madrazo (PRI) con apenas el 4% de las preferencias.
En 2012, Josefina Vázquez Mota (PAN) recibió el 42% de los votos desde el exterior, seguido por López Obrador (PRD) con el 39%, y Enrique Peña Nieto, el 16%.
Contrario a ambos comicios, Ayón considera que la “campaña de miedo” alrededor del candidato de izquierda no ha dado resultados este año.
“Parece que, todavía está por verse, que no convence tanto ese argumento en contra de este candidato en particular, en combinación con una percepción yo diría muy generalizada de que los partidos que sí han llegado al país no han dado resultados aceptables”, subraya.
Y es que lejos de votar a favor o en contra, los mexicanos en el exterior parecen estar votando por un gobierno que creen pueda sacar al país de la inseguridad, corrupción e impulse el desarrollo económico, resalta el catedrático.
Ese es el caso de Ricardo Vargas, quien emigró a Los Ángeles en 2010 y votará por primera vez desde Estados Unidos.
“Queremos un cambio todos, porque sabemos que con el PRI no se ha hecho nada”, menciona el inmigrante quien preferiría vivir en México, pero la falta de oportunidades lo obligó a salir en búsqueda de un mejor futuro. “Tengo ocho años aquí y vivo mejor que en México”.
“(Me interesa que a México le vaya bien) porque mi familia está allá”, añade.
El elemento pendiente de la encuesta de Latino Decisions, es ver si votantes mexicanos tomaron en cuenta la actual relación bilateral.
“Si es que hay un factor Trump en esta elección, lo estamos viendo en la ventaja que lleva López Obrador”, subraya Ayón.
“La actual administración ha tenido una política de apaciguamiento, de tratar de minimizar cualquier percepción de conflicto con esta presidencia de Estados Unidos y casi todos los demás se han pronunciado por tomar una posición más firme, en defensa de México”, agrega.
Al menos en San Diego, hay indicios de que así fue.
Solache no olvida que el presidente Enrique Peña Nieto invitó al entonces candidato Donald Trump a México pese a los señalamientos que éste hizo en campaña en contra de mexicanos.
Considera que el actual gobierno “ha estado de agachón” ante las políticas del mandatario estadounidense tanto en la renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) como en materia migratoria.
En esta ocasión, se estima que el INE invirtió casi 6 millones de dólares en el sistema de envío y devolución de paquetes electorales. Es decir, cada paquete costó al erario cerca de 33 dólares.
Mucho se ha planteado la posibilidad de la boleta electrónica que haría más eficaz y económico el voto desde el exterior. Pero el siquiera sugerirlo es motivo de debate, ya que el fantasma de un posible fraude electoral se mantiene en la mente de los mexicanos.
Enrique Andrade, consejero del INE, señaló en una entrevista publicada en el periódico Excélsior, que para los próximos comicios “valdría la pena que se explore”, al igual que el voto presencial en los consulados o embajadas, pero coincidió en que “debido a las restricciones legales y a la desconfianza de los ciudadanos en el gobierno”, no sería factible.
Para analistas en San Diego, esta podría ser una opción viable.
“El día que se pueda votar digitalmente se va a incrementar enormemente el voto”, enfatiza Fernández Castro, quien reconoce que la propuesta debería acompañarse de estrictos candados.
“Eventualmente, la diáspora me parece que va a pesar importante en las elecciones de México”.