Los solteros que voltean los ojos en las bodas de sus amigos quizás quieran agarrar el ramo la próxima vez: una nueva investigación sugiere que la soltería puede ser mortal.
Las personas solteras tienen mayor riesgo de sufrir enfermedades cardiovascular y accidentes cerebrovascular que las personas casadas, y tienen una mortalidad mayor en general, hallaron investigadores en un estudio publicado el martes en la revista Heart.
Aquellos con un compromiso dependen del apoyo de sus parejas para mejorar su salud, según el estudio, por lo que el estado civil, entonces, podría ser un indicador del estado del corazón.
En un análisis de 34 estudios y más de 2 millones de participantes, el equipo internacional de investigadores descubrió que las personas que nunca se han casado tienen casi una vez y media más probabilidades de desarrollar enfermedades cardiovasculares, mientras que las parejas casadas son capaces de adaptarse al estrés, ya que sus compañeros proporcionan un mayor apoyo emocional y los recursos para prevenir o abordar problemas de salud.
Vivir con un compañero puede salvar vidas: un cónyuge puede detectar los síntomas antes que alguien que vive solo, lo que puede conducir a visitas médicas más tempranas y detección de enfermedades. En los hogares con doble ingreso, unas buenas finanzas pueden significar mejor atención médica, incluido el acceso a la rehabilitación posterior a la enfermedad.
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Cuando los matrimonios terminan, la salud del corazón puede caer en picada. Los hombres y las mujeres divorciados tienen un mayor riesgo de enfermedad coronaria, mientras que las personas viudas tienen más probabilidades de sufrir accidentes cerebrovasculares, aunque las mujeres tienen un peor panorama que los hombres.
La pérdida de pareja y el divorcio a menudo aumentan los niveles de estrés e inhiben la capacidad de las personas para prevenir o detectar enfermedades. Los aumentos en el estrés puede agravar los factores de riesgo existentes, como la hipertensión, la diabetes y la variabilidad de la frecuencia cardíaca. Quienes viven solos también son menos rápidos para visitar al médico o tratar problemas existentes, mientras que las personas casadas a menudo promueven la salud de los demás y se responsabilizan mutuamente por mantenerse sanos. Los solteros también tienen el doble de probabilidades de olvidarse de su medicación, según el estudio.
Se ha descubierto que los beneficios sociales y fisiológicos de las relaciones se manifiestan en la salud física. Un documento de 1995 decía que las “personas aisladas” tenían menos probabilidades de sobrevivir después de sufrir un ataque cardíaco porque carecían del “sentido de pertenencia e intimidad” y de la autosuficiencia para abordar su dolencia.
Los reflujos y flujos de matrimonios a lo largo del tiempo también se reflejan en los resultados de salud, según los estudios. Los matrimonios que mejoraron a lo largo de los años vieron a las parejas mantener pesos más saludables y reducir el colesterol, pero a medida que los matrimonios iban en declive, las parejas tenían más probabilidades de desarrollar presión arterial alta.
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Publicado en cooperación con Newsweek / Published in cooperation with Newsweek