La música de esta banda de rock alternativo, cuyas canciones reflejan los duros tiempos de hoy, alcanza 60,000 reproducciones mensuales en Spotify. Además, su presencia no pasa inadvertida en grandes foros como el Vive Latino, el SXSW y el festival Picnic.
Al día hoy y desde febrero, en paredes y espectaculares de Ciudad de México apareció una gran cara cubista que evoca a Rufino Tamayo y, debajo, la foto de los integrantes de Centavrvs promocionando su nuevo álbum. Y, así, esa primera tocada en Mazunte, en la que celebraban el aniversario de la Revolución Mexicana, se convirtió en un grupo que ha sabido leer el sentir de los jóvenes ante los tiempos políticos. Hoy realizan alrededor de cinco presentaciones al mes, incluso en Toronto.
Los cuatro integrantes de la banda cuentan a Newsweek en Español que no se imaginaban el éxito del que gozarían. En momentos en que el hartazgo social busca su cauce en la música, las letras de sus canciones han servido de refugio. Centavrvs no denuncia abiertamente lo que vive en el país y afirma que no se ha pronunciado como una banda cuyo propósito sea el movimiento social, pero mensajes como “nadie más vendrá a decir dónde movernos. / Es mejor bailar saltar, vencer al miedo. / Nadie más controlará mi pensamiento. / La regla es amar, ser libre sin un precio. / Si la fuerza está, / entre tú y yo, / debemos quebrar las ventanas hoy”, han hecho saltar y gritar a miles.
Estamos en una casa de la colonia Condesa, sentados en la mesa del comedor, y en el centro hay una botella de tequila de la que, hasta ahora, solo Demián bebe mientras recuerda sus inicios: “Dimos nuestra primera asomadita en 2010, en Mazunte. Fue un proyecto que hicimos para festejar los 100 años de la Revolución Mexicana. El proyecto consistía en mezclar corridos o sampleos de películas de la Revolución con música electrónica o beats. La idea era hacer un espectáculo audiovisual y darle la vuelta a las celebraciones de la Revolución que siempre son bailables”.
Desde antes de formar Centavrvs, Demián, Alán, Rayo y Paco se dedicaban ya a la música, pero formaban parte de distintas agrupaciones. Cuando tocaron juntos por primera vez en Mazunte se dieron cuenta de que funcionaban como banda y así comenzaron a idear el proyecto que hoy les permite tener la fortuna de vivir de su música.
“La banda se llama así porque el proyecto se fraguó en el centenario de la Revolución, de ahí el ‘cen’, y luego es un homenaje a Pancho Villa, que es el Centauro del Norte, y como la música es viajadona, también tiene que ver con Alfa Centauri”, cuenta Alán al señalar el sistema solar más cercano al Sol.
Los cuatro integrantes creen que con la música se pueden expresar las emociones de situaciones o momentos específicos. Su música así los evoca. Desde lo sucedido en el temblor hasta los tiempos políticos. Muchos de sus seguidores, platican, les escriben para agradecerles. “A veces nos escriben y descubrimos que su interpretación es distinta a lo que nosotros intentábamos decir, pero de eso se trata la música”, comenta Alán.
“Nosotros, como Centavrvs, tenemos este rollo de que si tenemos la oportunidad de estar ante un micrófono, usarlo para que haga del mundo un lugar mejor”, explica Demián. Rápidamente Alán agrega: “En América Latina tenemos una tradición que nos hermana, y es la música de protesta, la trova es la historia de la música, de los abusos que hemos vivido, de luchas sociales, y ahora que la escuchas te das cuenta de lo que pasaba hace 40 o 50 años. Por eso nosotros debemos tener la conciencia de que la música que estamos haciendo puede ser escuchada en 50 años, eso hablará de lo que sucede hoy en México. Nuestro disco está lleno de simbolismos, rumores y ecos de cosas que nos afectan, que no nos parecen y también de lo que nos emociona”.
Centavrvs conoce lo que sucede en este país y aun así tienen la esperanza de que, como nación, se puede cambiar. “En México estamos bien divididos, somos clasistas y lo que menos necesitamos es más división. Hay una urgencia real de estar unidos, entender que si te va bien a ti, nos va bien a todos, el bienestar es un efecto que se multiplica y yo le deseo a todos que se realicen en lo que cada quien hace para que se contagie.
“Es el momento de darnos cuenta de que esas diferencias son las que nos enriquecen como humanidad. Todo lo que vemos en las noticias: Estados Unidos, Inglaterra, lo que pasa en Oriente Medio. ¿En qué momento decidimos que una persona no es igual a nosotros? Un niño de cinco años nunca haría esa distinción. Yo solo trato de comprender qué pasó en nuestra madurez como humanidad que llegamos a esto”, cuenta Alán un poco menos esperanzado.
Rayo complementa: “Por eso hemos tomado sonidos de distintas culturas, con todo respeto, para ponerlas en este disco de una manera en que se relacionan en una sola intención y eso es ‘Somos uno’, que nos veamos como ciudadanos del mundo, todos”.
Sobre su proceso para componer, los chicos de Centavrvs hablan de que “la inspiración llega cuando algo se mueve en tu espíritu, hay ciertas situaciones con las que puedes estar a favor o en contra y te inspiran. Mucho es de nuestras vivencias, lo vemos como ser cronistas de nuestra propia realidad”.
Antes de finalizar la entrevista y el tequila, los chicos hablan del orgullo que sienten de ser mexicanos y de representar un momento para los jóvenes de este país. Alán cuenta lo que sintió después del sismo del pasado 19 de septiembre en Ciudad de México. “Ver a la gente cantando el Himno Nacional en el edificio que se derrumbó en Ámsterdam me hizo sentir sumamente orgulloso de mi país. Es que esa semana podías ver a gente de todo tipo unida por una causa. Somos capaces de unirnos por una causa cuando las causas son nobles”. Sus compañeros coinciden.
“También está el sentimiento contrario y ese llega cada que vemos las noticias y escuchamos a nuestros políticos”, dice Demián. “O bien cuando te enteras de casos de corrupción, como un gobernador dándole quimioterapias falsas a niños con cáncer para robarse el dinero”, agrega Rayo refiriéndose al exgobernador de Veracruz, Javier Duarte.
Aunque los integrantes de Centavrvs no son expertos en política, sienten como un deber no quedarse callados. Consideran que en México necesita ocurrir un cambio y pretenden, desde su trinchera, ser parte de ese cambio.