El legendario boxeador negro Jack Johnson obtuvo una victoria póstuma. Luego de ser juzgado y encarcelado por violar la llamada ley Mann, el primer afroamericano Campeón Mundial de los pesos pesados fue perdonado por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump.
“Un verdadero gran luchador. Tuvo una vida difícil. Johnson cumplió 10 meses en prisión federal por lo que muchos ven como una injusticia motivada por cuestiones raciales. Fue tratado muy duro, muy duro”, expresó el mandatario, acompañado por el excampeón de los pesos pesados Lennox Lewis, el campeón Deontay Wilder y el actor Sylvester Stallone.
Nacido en 1878 en Texas e hijo de una pareja que fue esclavizada, Johnson alcanzó el título de campeón mundial en 1908 –condición defendió ante James J. Jeffries, apodado La Gran Esperanza Blanca– hasta 1915, cuando fue derrotado en Cuba por Jess Willard.
El presidente estadounidense se refirió a Johnson como “uno de los mejores que jamás hayan existido. Y superó estas difíciles circunstancias […] e inspiró a las generaciones con su tenacidad y un espíritu muy independiente”.
Stallone originalmente presionó a Trump en nombre del difunto Johnson el mes pasado, y el presidente más tarde insinuó que estaba considerando un perdón para borrar la convicción del boxeador. La administración de Obama optó por no perdonar a Johnson citando, en parte, acusaciones de abuso doméstico, según The New York Times.
Condenado por una relación
A finales de 1912 y en medio de su éxito cuando una mujer identificada como Mrs. F. Cameron-Falconet fue a la estación de policía y pidió que rescataran a su hija, blanca y de 19 años, “de las garras de Jack Johnson, pugilista negro campeón de peso pesado”, recuerda el Chicago Tribune.
Al siguiente año, un jurado compuesto por hombres blancos declaró que Johnson había cruzado una frontera estatal con “propósitos inmorales” cuando viajaba con su novia, Lucille Cameron, por lo que violó la ley Mann.
Esta legislación aprobada en 1910 prohibía el transporte de un estado a otro de mujeres blancas con “propósitos inmorales” pero fue condenado a prisión aunque Cameron se negó a testificar en su contra.
Una vez que lo condenaron, Johnson dijo que si “crucificaron a Cristo, ¿por qué a mí no?” Después de pagar la fianza se fue Europa, donde continuó su carrera. En 1920, regresó a los Estados Unidos y estuvo casi un año en la cárcel. Murió en Carolina del Norte en 1946, a los 68 años.
El boxeador, señala The Guardian, es una figura legendaria en el boxeo, que se cruzó en la cultura popular hace décadas con biografías, dramas y documentales después de la era de los derechos civiles.