Corea del Norte suspendió conversaciones de alto nivel con Corea del Sur y amenazó con cancelar la cumbre entre Kim Jong Un y el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, luego las maniobras conjuntas de Washington y Seúl, informó la agencia norcoreana KCNA, citada por Yonhap.
Washington “tendrá que pensar cuidadosamente sobre la realización de esta cumbre Estados Unidos-Corea del Norte tras este lío militar provocador”, señaló KCNA.
“No tenemos más remedio que suspender las conversaciones de alto nivel Norte-Sur planificadas para el 16 en medio de esta amenazadora situación en la que se están produciendo un alboroto indiscriminado para invadir el norte y un caos de confrontación en el sur”, dice el informe.
Además, advirtió que las maniobras de las fuerzas aéreas estadounidenses y surcoreanas son un ensayo de invasión y una provocación en momentos en que las relaciones intercoreanas están mejorando.
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Poco después, el gobierno de Estados Unidos anunció que mantenía los preparativos para la cumbre entre Trump y Kim, a pesar de una amenaza de Corea del Norte de cancelar esa reunión.
“Seguimos avanzando” para la cumbre del 12 de junio en Indonesia, dijo Heather Nauert, portavoz del Departamento de Estado, quien añadió que Washington no recibió ninguna “notificación” de la advertencia norcoreana reportada poco antes por una agencia noticiosa surcoreana.
Este lenguaje es un inesperado regreso al pasado por parte de Pyongyang, que siempre ha dicho que necesita armas nucleares para defenderse de la amenaza estadounidense.
El mes pasado, durante una cumbre intercoreana, los dirigentes de las dos Coreas se comprometieron con el objetivo de desnuclearización de la península.
Pyongyang acaba de anunciar que desmantelará a finales de mayo su única instalación conocida de ensayos nucleares pero no precisó públicamente qué concesiones pide a cambio.