La crisis ocasionada por acusaciones de violencia y acoso sexual, además del escándalo de filtraciones podrían llevar a la suspensión de la entrega del Premio Nobel de Literatura 2018.
El presidente de la Fundación Nobel, Carl-Henrik Heldin, confirmó a la cadena de televisión pública SVT que tras la salida de seis miembros de la Academia Sueca –quien concede el premio–, analiza la cancelación del evento para este año, según la agencia EFE.
Así, detalla la agencia, varias personas que conforman el Comité del Premio Nobel de Literatura y la academia consideran que el premio no debería fallarse este año para recuperar la confianza y reparar heridas, dijeron fuentes anónimas a la emisora pública SR.
En noviembre el periódico Dagens Nyheter publicó los testimonios de 18 mujeres que aseguraban haber sido víctima de violencia o acoso sexual por parte de Jean-Claude Arnault, esposo de la poetisa y dramaturga Katarina Frostenson, quien formaba parte de la academia y ya anunció su salida.
Además de romper sus relaciones con el francés, quien rechaza las acusaciones, la Academia Sueca inició además una investigación interna y contrató a un bufete de abogados.
Las conclusiones no se conocen pero de acuerdo con la prensa internacional seis miembros han “dejado” a la institución, con lo que hay solamente 11 activos y, de acuerdo con las reglas internas, el Premio Nobel de Literatura debe ser fallado por al menos 12.
Citado por el Daily Mail, el periódico sueco The Expressen informó que Peter Englund –uno de los seis miembros que abandonaron la academia– dijo que “podría ser mejor posponer” el premio por un año. Según el portal, el premio de este año podría entregarse el próximo año junto con el de 2019.
Además, está el caso de las filtraciones de algunos de los anteriores ganadores del premio. Según The Independent, en el Reino Unido se informó que Ladbrokes, una empresa dedicada a los juegos de azar, suspendió las apuestas en una ocasión luego de que se le asignaron grandes cantidades de dinero al ganador eventual.
No es la primera vez que la institución se enfrenta a una ola de dimisiones.
En 1989, tres académicos decidieron abandonar sus asientos ante el rechazo de la institución a condenar la fatua contra el escritor Salman Rushdie tras la publicación de sus “Versos satánicos”. Al final, la denunció 27 años más tarde.
En el ámbito judicial, la fiscalía de Estocolmo anunció a mediados de marzo que una parte de la investigación abierta contra el hombre que está en el centro del escándalo fue sobreseída debido a la prescripción o a la ausencia de pruebas. Se trata de presuntas violaciones y agresiones cometidas entre 2013 y 2015.