El líder norcoreano Kim Jong Un asistió al primer concierto que el grupo de K-Pop Red Velvet y otros cantantes surcoreanos realizaron en Pyongyang como parte de las iniciativas de reconciliación política entre Corea del Norte y Corea del Sur tras los Juegos Olímpicos.
Kim, su esposa Ri Sol Ju, familiares y altos mandos acudieron al gran teatro el domingo por la tarde para ver Cho Yong-pil, Lee Sun-hee, Choi Jin-hee, Seohyun de Girls’ Generation y Red Velvet, informó la agencia surcoreana Yonhap.
La visita de más de 120 personas de Corea del Sur –11 grupos, bailarines, técnicos y adeptos del taekwondo– es el último gesto de una serie de iniciativas de reconciliación y de distensión previas a la anunciada cumbre del 27 de abril entre los mandatarios de ambos países.
Esta delegación es el primer grupo de músicos de Corea del Sur en actuar en el Norte desde 2005, cuando terminaron los intercambios culturales previos, con las mujeres que integran a Red Velvet, la agrupación más famosa de los que viajaron.
Red Velvet fue formado en 2014 por la compañía coreana S.M. Entertainment y lanzaron su primer single “Happiness” en agosto de ese año. Tienen dos álbumes de estudio: The Red de 2015 y Perfect Velvet de 2017. Su primer álbum alcanzó el número uno en las listas pop coreanas y su segundo hit logró el número dos.
Corea del Norte, de acuerdo con la AFP, sigue sin embargo muy aislada. El acceso a la cultura procedente del extranjero está severamente restringido e incluso penado por cárcel. Pero el K-Pop es muy famoso gracias a las llaves de memoria USB importadas ilegalmente de China, añadió la agencia.
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Las bandas K-Pop, por su naturaleza, son extremadamente apolíticas y no controvertidas; a los miembros a menudo se les prohíbe tener relaciones públicas, informó Newsweek. No obstante, Corea del Norte tiene su propia versión de K-Pop con la agrupación Moranbong.
En lugar de muchachos y angustias, este grupo de chicas norcoreanas generalmente se apega a temas nacionalistas y patrióticos, a menudo alabando a Kim. Los movimientos de baile conservadores de Moranbong y los trajes de inspiración militar están muy lejos de lo que ofrece Red Velvet.
