Korean Air, la mayor aerolínea de Corea del Sur, informó la suspensión temporal de una de sus directivas que en una rabieta supuestamente arrojó un vaso de agua hacia un trabajador que se encontraba en una junta negocios, un suceso que fue revelado por medios locales y desembocó en una investigación judicial.
Cho Hyun-Min, hija del director general de la empresa y vicepresidenta sénior que se encargaba del área de marketing, habría tenido un desplante hacia el empleado de una agencia de publicidad en una reunión del mes pasado, lo que la llevó a gritarle y arrojarle el recipiente con agua, reportaron medios locales.
“Queremos disculparnos sinceramente por lo que salió mal. No solo tomaremos responsabilidad legal con respecto al caso, sino que también asumiremos la responsabilidad social y moral al considerar la renuncia de Cho a la administración “, dijo la compañía, de acuerdo con The Korea Herald.
Aunque la mujer se disculpó en Facebook alegando que su ira fue provocada de la pasión que le tiene a los comerciales, el viernes las autoridades surcoreanas abrieron una investigación preliminar, informó la agencia Yonhap.
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Cho, también conocida como Emily Cho, es la hermana menor de otra ejecutiva de Korean Air que en 2014 causó el retraso de un vuelo por un haberse enfurecido cuando una azafata le sirvió nueces en una bolsa en lugar de haberlo hecho en un tazón, por lo que pasó cinco meses en prisión.
Varias personas escribieron peticiones en línea en el sitio web presidencial de Corea del Sur para que la ejecutiva sea castigada. Incluso, una petición para que se elimine la palabra “Korean” del nombre de la aerolínea reunió más de 50,000 firmas.
La aerolínea anunció que Cho estaría suspendida de su cargo hasta que concluya la revisión de la policía quien, según la Associated Press, determinará si la mujer arrojó el agua al suelo como asegura Korean Air o a la cara del trabajador, lo que significaría un ataque físico.
Según el medio, el caso es visto como el último abuso de poder por parte de familias de negocios de élite que ejercen una influencia excesiva sobre las empresas que cotizan en bolsa en Corea del Sur, a pesar de que las familias no son accionistas mayoritarios.