El experimento de Finlandia para establecer un Ingreso Básico Universal –que el gobierno entregue dinero incondicionalmente a los ciudadanos en lugar de beneficios–, llegará a su fin en enero del 2019.
La idea, que internacionalmente ha sido respaldada por magnates como Richard Branson, Mark Zuckerberg y Elon Musk, señala que una renta básica haría frente a la automatización del trabajo, ayudaría a los desempleados y promovería la innovación.
Sin embargo, el gobierno de Finlandia rechazó una solicitud de fondos adicionales por parte de Kela, la agencia finlandesa de seguridad social, para expandir la prueba piloto y dijo que los pagos terminarán en enero próximo, informó The Guardian. El gobierno probará con otras acciones.
Esta medida fue puesta en marcha en enero del 2017 y, desde entonces, 2,000 finlandeses desempleados de entre 25 y 58 años que fueron elegidos al azar reciben 560 euros cada mes, aún si consiguen un trabajo.
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Muchos de los beneficiarios de este programa reportaron niveles más bajos de estrés poco después de que empezaron a pagarles, pero los investigadores señalan que la corta duración del programa les impide sacar conclusiones definitivas sobre sus efectos.
De acuerdo con Fortune, el Kela hará un seguimiento con los finlandeses que participaron durante diez años, con el fin de identificar los efectos a largo plazo del programa.
Citado por The Guardian, el primer ministro de finanzas del país, Petteri Orpo, dijo al Hufvudstadsbladet que buscaba esquemas alternativos de bienestar, incluido un sistema de crédito universal similar al que se introdujo en el Reino Unido.
Olli Kangas, investigador de de la Institución del Seguro Social dijo a la BBC que estaba “un poco decepcionado porque el gobierno decidió no expandirlo” y explicó que el gobierno había rechazado la solicitud de Kela de 40-70 millones de euros adicionales para financiar los ingresos básicos de un grupo de finlandeses empleados.