Emmanuel Rincón I Pachuca
Personas evacuadas, lesionadas y pérdidas materiales han dejado los nueve incidentes que ocurrieron en tomas clandestinas empleadas para la ordeña de combustible, las cuales presentaron fugas o se incendiaron durante el primer cuatrimestre de 2018.
De acuerdo con un recuento elaborado por Criterio, con base en reportes policiales, el 2 de enero se detectó la primera perforación del año en ductos de Petróleos Mexicanos (Pemex), en un paraje de El Huizache, San Agustín Tlaxiaca, cuya toma presentó un derrame que dejó un río de combustible en la zona.
Ocho días después, en Santa Elena, comunidad de Cuautepec de Hinojosa, ardieron dos camionetas en las que presuntos huachicoleros se abastecían de hidrocarburo extraído de forma ilegal.
El primer día de febrero, en el poliducto San Agustín Tlaxiaca-Ajacuba, se registró una fuga de gasolina que se extendió por 500 metros en la zona.
La noche del 4 de febrero ocurrió uno de los incidentes más graves relacionados con una toma clandestina, del cual resultaron con quemaduras Ángel Barañano, director de Protección Civil (PC) de Tlahuelilpan; Víctor Neria, su homólogo de Mixquiahuala, e Iván Nava, subdirector de PC de ese municipio.
Los elementos acudieron a controlar un incendio por derrame en la colonia Ulapa de Melchor Ocampo, en Tetepango.
Cuatro días después, seis personas tuvieron lesiones por el fuego en una bodega en la que presuntamente se almacenaba hidrocarburo, en una casa ubicada en la calle Francisco I. Madero, colonia Centro, de El Colorado, en San Salvador.
El 21 de febrero, uniformados de seguridad estatal localizaron una pipa conectada a una toma clandestina, la cual presentó una fuga, en Santa Ana Azcapotzaltongo, en el lugar conocido como El Rincón Brujo, en Tepeji del Río.
TRES INCIDENTES EN LO QUE VA DEL PRESENTE MES
La madrugada del 18 de abril, en el poliducto Tuxpan–Azcapotzalco, que atraviesa el poblado Casas Coloradas, de Cuautepec de Hijonosa, elementos de Protección Civil acudieron a sofocar las llamas de una perforación que calcinó una camioneta que era abastecida con hidrocarburo ordeñado.
El martes pasado, unas 50 familias de Ampliación 18 de Marzo, colonia de Atitalaquia, fueron evacuadas de sus viviendas, luego de que una ordeña presentó una fuga de combustible que alcanzó 20 metros de altura.
Ese día, pero en Santa Ana Ahuehuepan, Tula, una unidad fue localizada mientras se incendiaba. En la batea quedaron los restos de rejillas que transportaban bidones de plástico abastecidos con gasolina robada.