Raffaele Russo, Antonio Russo y Vicencenzo Cimmino, los tres italianos desaparecidos el 31 de enero en el municipio de Tecalitlán, Jalisco, fueron “vendidos” a miembros del crimen organizado, según confesaron los cuatro policías implicados.
La Fiscalía General de Jalisco informó que los elementos identificados como: Emilio ‘N’, Salomón ‘N’, Fernando ‘N’ y Lidia ‘N’ confesaron haber entregado a los tres italianos al crimen organizado, por lo que se les giraron órdenes de aprehensión y son acusados de desaparición forzada. De resultar culpables podrían alcanzar una pena de hasta 60 años.
En tanto, un juez de control les dictó un año de prisión preventiva.
Sánchez Jiménez relató que los italianos Raffaele Russo, Antonio Russo y Vicencenzo Cimmino, fueron privados de su libertad por los elementos municipales, y llevados a la carretera de Jilotlán. En este lugar habrían sido entregados a un grupo de delincuencia organizada que opera en el municipio de Tecalitlán. Los cuatro presuntos responsables aseguraron que los miembros del grupo criminal “les pidieron que los entregaran”, comentó el fiscal
“Los vendieron por 43 euros, algo monstruoso”, se lamentó indignado Francesco Russo, hijo de unos de los tres italianos desaparecidos en México, durante una entrevista este domingo a la emisora pública italiana RAI1.
“Los policías mexicanos vendieron a mis familiares por 43 euros de m…, es terrible. Esos sí son criminales, no mi hermano, ni mi padre, ni mi primo”, declaró Russo, quien teme por la vida de los tres hombres.
“Que Italia se mueva, que nos digan en dónde están. Nosotros esperamos que estén vivos”, pidió por su parte Gino Bergamé, vocero de la familia.
El caso ha movilizado a Italia, donde han sido organizadas marchas de protesta para exigir su aparición.
Los familiares de los tres italianos niegan que estén involucrados con el crimen organizado y reiteran que se trata de simples comerciantes.
“¿Nosotros, narcotraficantes? Es una mentira”, declaró al diario italiano La Repubblica, Daniele Russo, otro familiar.
En Jalisco actúa el cartel Nueva Generación, que ha cobrado gran fuerza en años recientes, hasta convertirse en uno de los más poderosos y al que se le han atribuido distintos hechos violentos.
Francesco Russo, hijo de Rafaelle y hermano de Antonio, dijo en entrevista para Milenio Noticias que su padre es un jubilado pensionado que para sobrevivir vende “chamarras y perfumes” en la calle, actividad que realizó en México entre septiembre y octubre de 2017.
Añadió que el día que su padre se trasladó a Tecalitán habló con él por la mañana, y le dijo que iría al municipio a “dar una vuelta”, para ver si podía ganar algo de dinero.
La última vez que Raffaele se comunicó con sus hijos fue a las 14:30 del 31 de enero; media hora más tarde, cuando intentaron comunicarse con él, ya no tuvieron respuesta.
De acuerdo con Francesco, la última vez que tuvo comunicación con Antonio y Vicencenzo fue a través de mensajes de voz, donde los hoy desaparecidos narran que fueron interceptados por policías en una gasolinera del municipio.
Con información de AFP.