El área de Xochimilco es mucho más que un conjunto de canales con decenas de trajineras repletas de gente dispuesta a comer, beber y cantar con mariachi. Sobre esas aguas flotan las chinampas, islas que funcionaron como campos de cultivo en tiempos ancestrales y que hoy están abandonadas.
Uno de los proyectos que busca revivir la zona chinampera de la Ciudad de México y hacerla productiva de nuevo a través de la agricultura orgánica y el trabajo de varias familias de la región es Yolcan, fundado en 2011 por Lucio Usobiaga y Antonio Murad.
Lo valioso de este proyecto es que funciona en tres niveles: busca limpiar la zona chinampera —junto con el CINVESTAV del Instituto Politécnico Nacional desarrolló biofiltros para limpiar el agua y el suelo en una hectárea para después replicar el modelo en toda la zona—; practica la agricultura orgánica con técnicas ancestrales —es decir, no utiliza ningún químico—, y promueve el comercio justo para que los campesinos puedan vivir de cultivar y cosechar vegetales y hortalizas.
Actualmente, Yolcan trabaja con cinco familias chinamperas en Xochimilco y con otras diez en Hidalgo, cinco en Texcoco y una en Tlalpan.
“Empezamos vendiéndole (ingredientes) a algunos de los mejores restaurantes de la ciudad de México”, cuenta Lucio Usobiaga, entre estos, Pujol, Quintonil, Rosetta, Contramar y Máximo Bistrot. Sin embargo, “pronto vimos que nuestro mayor potencial es con los particulares, con las familias, y hacia allá vamos”.
Lucio sabe que si realmente quieren recuperar las chinampas —2,200 hectáreas divididas en cinco zonas—, trabajar solo con los restaurantes no es suficiente.
Para que los ingredientes frescos lleguen a más personas, Yolcan tiene disponibles unas “cajas sorpresa”. Si decides ser parte del Club Yolcan podrás recoger una caja con hortalizas, vegetales y otros productos cerca de tu casa o de tu oficina una vez a la semana.
La caja es, de verdad, una sorpresa. Al abrirla no sabes qué maravillas de las chinampas encontrarás, si peras criollas —de esas que son extrajugosas y con una piel un poco rasposa—, brócolis de distintos colores (¿hay más que el verde!), rábanos, nabos, acelgas, lechugas, verdolagas, coles, kale, perejil… en fin, lo que la naturaleza dicte en cada estación, incluso algunos ingredientes que jamás habías visto.
“La caja es una manera de adaptar nuestros hábitos a los ciclos de la naturaleza y a las posibilidades del campesino; es darle una vuelta al modelo del supermercado en donde siempre hay de todo sin importar de dónde viene, el gasto energético, la mano de obra…”, dice Lucio Usobiaga.
Con las canastas se puede cubrir parte de los costos de producción, los campesinos reciben semillas, asesorías, capacitaciones y más.
Además, a partir del sábado 27 de enero Yolcan abrirá al público su Chinampa del Sol en Xochimilco para que puedas recorrerla, conocer los detalles del método tradicional de cultivo y comer unas buenas quesadillas hechas a mano y otras delicias preparadas con ingredientes recién cultivados.
Yolcan
Sitio web: yolcan.com
Instagram: @yolcan_mx
Facebook: facebook.com/yolcanmexico