Honduras deberá esperar aún más para conocer al ganador de las elecciones del domingo, luego de que el tribunal electoral anunciara un recuento especial de actas cuestionadas, mientras se extendían brotes de violencia en protestas contra un supuesto “fraude”.
El conteo del 94.31 por ciento de las actas de votación dejaba con leve ventaja al presidente derechista Juan Orlando Hernández, quien busca una polémica reelección, con 42,92% de los votos, contra 41.42 por ciento del periodista Salvador Nasralla, de la izquierdista Alianza de Oposición Contra la Dictadura.
Actas con inconsistencias
El presidente del Tribunal Supremo Electoral (TSE), David Matamoros, anunció que una vez terminado el conteo de actas el organismo este viernes empezaba “el escrutinio especial” de las actas con inconsistencias, con presencia de delegados de los partidos para garantizar la transparencia.
“No daremos más anuncios (de resultados) hasta que finalice el proceso” de revisión de actas, escribió Matamoros en Twitter.
El TSE no tiene plazo para revisar las actas cuestionadas, pero por ley debe proclamar al ganador dentro de un mes a partir de los comicios del 26 de noviembre.
Las inconsistencias de las actas pueden ser errores en sumas de votos, borrones o falta de firmas
El tercer candidato más votado, el liberal Luis Zelaya (14.75 por ciento), afirmó que Nasralla ganó los comicios y lo felicitó.
Entre tanto, miles de simpatizantes de Nasralla acataron su llamado a defender en las calles lo que él considera su triunfo electoral.
“Se oye, se siente, Nasralla presidente”, “Fuera JOH”, gritaban en alusión al presidente cientos de manifestantes que prendieron hoguera en el capitalino barrio El Reparto, en una protesta que se extendió hasta la madrugada del viernes.
Analistas habían anticipado riesgos de convulsión social si se daban sospechas de fraude por la falta de credibilidad en el TSE, por estar controlado por el oficialismo.
Hernández, del Partido Nacional, busca la reelección, pero su repostulación es calificada ilegal por la oposición porque se basó en un fallo de la Sala de lo Constitucional de la Corte Suprema, ante un recurso contra una prohibición establecida en la carta magna.
“Si la elección se produce con un fraude evidente y el autoritarismo del presidente se consolida eso va a desacreditar el proceso y sí puede haber convulsión social”, advirtió el analista Víctor Meza, director del Centro de Documentación de Honduras.
En el primer conteo que divulgó la madrugada del lunes el TSE, Nasralla sacaba una ventaja cinco puntos sobre Hernández, pero posteriormente se detuvo el sistema de cómputo, donde se procesan las actas procedentes de los 18 departamentos del país.
Cuando se restableció el servidor, empezó a revertirse lentamente el resultado hasta favorecer al presidente, lo que causó las denuncias de Nasralla y el coordinador de la Alianza, el expresidente Manuel Zelaya.
En la capital, centenares opositores han salido desde la noche del miércoles a protestar frente al edificio del TSE donde se cuentan las actas y fueron reprimidos con bombas lacrimógenas por la policía, pero contraatacaron con piedras.
Las Fuerzas Armadas aseguraron en un informe que manifestantes dañaron vehículos y negocios, algunos de los cuales rociaron de gasolina y les prendieron fuego.
Las protestas se extendieron a las regiones del país. En la carretera del puerto de La Ceiba, litoral del Caribe, tiraron un árbol e incendiaron llantas en la ruta, mientras otros dañaron estaciones de peaje en la región norte y en el sur también bloquearon calles con hogueras de llantas y palos.
Protestas día y noche
El dirigente opositor Juan Barahona llamó a protestar en cada barrio. “Día y noche vamos a salir a las calles porque solo así se va a hacer que se retroceda el robo de la presidencia”, expresó.
Al menos dos agentes y una decena de manifestantes resultaron heridos en los enfrentamientos, algunos por balas. También hubo denuncias de algunos saqueos de negocios.
La coordinadora de la misión de observadores de la Unión Europea, Marisa Matías, condenó la violencia llamando “a la calma social y esperar los resultados que puedan ser verificados por todos los actores” para lograr la transparencia del proceso.
La oficina de Naciones Unidas en Tegucigalpa pidió en una declaración a los manifestantes a que ejerzan el derecho a la libertad de expresión “de manera apropiada” y a los policías que “cumplan sus funciones en el pleno respeto de los derechos humanos”.