Cada año, México desaprovecha 34 por ciento de su producción total de comida, señaló el Banco Mundial en su estudio “Pérdidas y Desperdicios Alimentarios en México”.
Estas cifras son equivalentes al desperdicio de 20.4 millones de toneladas de alimentos básicos anuales, es decir, una tercera parte de lo que se produce, según el informe.
El estudio, presentado este jueves, reveló que el desperdicio de 79 alimentos representativos en la canasta alimentaria implica grandes impactos ambientales por excesivo uso de agua y generación de bióxido de carbono.
Según el Banco de México el excesivo desperdicio de alimentos genera 36 millones de toneladas de dióxido de carbono (CO2), un volumen similar a las emisiones generadas por 15.7 millones de vehículos anualmente.
Asimismo, el agua que se utiliza en la producción de alimentos que terminan en desperdicio, es un volumen que asciende a más de 40 billones de litros y es similar al agua utilizada por todos los mexicanos en 2.4 años.
En cuanto a los impactos económicos, el Banco Mundial reporta en su informe que el valor de mercado de los alimentos analizados asciende a 491,000 millones de pesos.
A partir de esta información se diseñará una estrategia nacional enfocada a reducir la pérdida y desperdicio de alimentos, dijo el subsecretario de Fomento y Normatividad Ambiental de la Semarnat, Cuauhtémoc Ochoa Fernández, en un comunicado de prensa.
El funcionario federal precisó que dicha estrategia será pionera entre los países en desarrollo porque considerará la prevención de la pérdida y desperdicio de alimentos a lo largo de toda la cadena de su producción, también considerará el fortalecimiento de los bancos de alimentos y el marco legal para fomentar y facilitar la distribución de alimentos recuperados entre la población más necesitada.
Detalló que alrededor del 72 por ciento de la pérdida y desperdicio de alimentos se da en los primeros eslabones de la cadena productiva, desde la pre-cosecha hasta su distribución; y el 28 por ciento sucede en la venta al menudeo y como resultado de los hábitos de los consumidores finales.