Estados Unidos considera que los hechos de violencia que llevaron a más de 600,000 rohinyás a huir de Birmania desde fines de agosto “constituyen una limpieza étnica” contra esta minoría musulmana, declaró el miércoles el secretario de Estado, Rex Tillerson.
“Los responsables de estas atrocidades deben rendir cuentas” agregó en un comunicado, acusando a “algunos en el ejército y las fuerzas de seguridad birmanas, así como grupos locales de autodefensa”. Tillerson viajó a Birmania a mediados de noviembre.
“Después de un cuidadoso y exhaustivo análisis de los hechos disponibles, está claro que la situación en el estado norteño de Rakhine constituye una limpieza étnica contra los rohinyás,” dijo Tillerson.
El jefe de la diplomacia estadounidense hizo estos comentarios después de haber visitado Birmania la semana pasada y son la más fuerte condena de Washington a la campaña militar contra los rohinyás, que desató una gran crisis de refugiados.