El abogado de la primera dama estadounidense Melania Trump, que alguna vez dio fe a favor de la exmodelo en relación con su estatus migratorio, “ruega” que el Programa de Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA, por sus siglas en inglés), implementado por el expresidente Barack Obama, no sea desmantelado por el gobierno de Trump y el Congreso de ese país. El abogado afirma que trabaja para ayudar a los beneficiarios del DACA, a quienes califica como “buenas personas”.
El Procurador General de Estados Unidos dijo el martes que el programa DACA sería cancelado; depende del Congreso que ello suceda.
El abogado Michael Wildes fue quien, durante la batalla de la esposa de Trump en los últimos meses de la elección de 2016, salió a acallar los rumores de que ella había trabajado en Estados Unidos sin contar con la documentación adecuada en la década de 1990. Wildes, socio director de Wildes & Weinberg, escribió una carta en la que confirmaba que la primera dama había seguido el proceso legal adecuado para emigrar a Estados Unidos de Eslovenia, lo cual ella comunicó en un tuit a sus seguidores. El abogado también ha representado a la familia Trump y a sus empresas durante años.
“Él aprecia el talento extranjero y a los niños. Y las puertas doradas de Estados Unidos deben estar abiertas para esas buenas personas”.
Wildes asesora a miembros de este grupo y ahora les aconseja que “comprendan las posibles consecuencias de solicitar su incorporación al programa DACA”, de acuerdo con el sitio web de su bufete jurídico. Los solicitantes deben volverse “visibles para el gobierno”, y Wildes les sugiere entrar en contacto con un abogado de inmigración experimentado.
El presidente ha expresado anteriormente su simpatía por los beneficiarios del programa DACA, y también prometió abolir el programa durante su campaña. Declaró en enero a ABC News, “Tengo un gran corazón. Vamos a hacernos cargo de todo el mundo”.
El diarioThe New York Timesinformó la semana pasada que Ivanka Trump, la hija del presidente, y Jared Kushner, su yerno, apoyaban el programa DACA, pero ninguno de ellos ha hecho ninguna declaración pública sobre el tema.
El programa DACA se integró durante el gobierno de Obama en 2012. En términos generales, Obama deportó a más personas que cualquier otro presidente, pero Wildes señala que el expresidente “encontró la gracia de Dios a través del DACA”.
Hacia finales de su segundo período, el gobierno de Obama había deportado a 2.7 millones de personas. Hasta ahora, el gobierno de Trump ha tenido un ritmo de deportaciones más lento que el de su predecesor, con 84,473 personas deportadas entre el 1 de febrero y el 30 de junio, de acuerdo con datos del organismo de Inmigración y Aduanas de Estados Unidos.
Wildes afirma que mantiene la esperanza sobre el destino del programa DACA en manos del Congreso. “Nosotros, como abogados en el área, apreciamos que el presidente vaya a turnar el asunto al Congreso. Es ahí donde pertenece.
“La cuestión es si se romperá o no el silencio ensordecedor en Washington”.
—
Publicado en cooperación con Newsweek / Published in cooperation with Newsweek