Un iceberg de un billón de toneladas y de 5,800 km2, uno de los más grandes jamás vistos, se formó en la Antártida tras el desprendimiento de un bloque de hielo gigantesco.
Investigadores de la universidad de Swansea, en Reino Unido, explicaron que el desprendimiento se produjo entre el lunes y el miércoles.
De una espesura de 350 metros, el iceberg, que será bautizado probablemente “A68”, no tendrá un impacto en el nivel de los océanos porque ya flotaba sobre el agua.
Ya formaba parte de una gigantesca barrera de hielo, bautizada “Larsen C”, que retiene glaciares capaces de hacer subir en 10 cm los mares del mundo si acabaran en el océano Antártico, según los investigadores.
Privado de este enorme bloque de hielo, Larsen C es “potencialmente menos estable”, recalcan.
“Larsen C” podría seguir el ejemplo de “Larsen B”, otra barrera de hielo que se desintegró de forma espectacular en 2002.
Larsen C llevaba años fisurado por una grieta enorme que se alargó en los últimos meses. Al comienzo de julio sólo estaba unido a la Antártida a lo largo de cinco kilómetros.
La formación de icebergs es un proceso natural, pero el calentamiento del aire y de los océanos lo acelera, según los científicos.