Acostumbrado a emocionarse con los clavados y el tae kwon do, México vibró como nunca el 2 de agosto de 2012, cuando en la final de tiro con arco femenil de los Juegos Olímpicos de Londres, la capitalina Aída Román estaba empatada tras cinco sets con la sudcoreana Ki Bo Bae, número uno del ranking mundial. En flecha de desempate, ambas arqueras tiraron un 8 a la diana y, por un par de centímetros, la mexicana perdió la medalla de oro.
Sin embargo, ahí comenzó una nueva era para el tiro con arco en México, ya que este deporte se dio a conocer y muchos niños y jóvenes comenzaron a preguntar dónde y cómo se podía practicar.
A cuatro años de distancia, Román está a las puertas de su segunda experiencia olímpica, ahora con mucha más experiencia (tiene 28 años de edad), y conoce perfectamente cómo es la presión y cómo se viven unos juegos olímpicos. “Sí, la verdad que sí me va a ayudar mucho (la experiencia), es un evento espectacular, las cámaras y los escenarios imponen mucho, pero ya lo viví en Londres y sé lo que me espera y cómo manejarlo”.
—Aída, ¿todavía piensas en ese momento en que se te escapó el oro?
—Sí, siempre está y estará presente, pero bueno, es parte de tu historia, de tu aprendizaje, y me alegra haber sido medallista olímpica y más en un deporte nada conocido en mi país.
En las últimas ediciones de juegos olímpicos, las mujeres han dado la cara por México y se espera que en Río de Janeiro no sea la excepción. Pero la estudiante de psicología lo toma con calma. “Lo tomo de forma tranquila, al tener buenos resultados en términos generales, pues la lógica es que siempre te pregunten si vas a traer la de oro. Es un deporte muy complejo y de mucha precisión y no siempre se puede estar hasta arriba, pero se trabaja para ello”.
Foto: Antonio Cruz/NW Noticias.
—Antes de disparar una flecha tienes unos cuantos segundos. ¿Qué pasa por tu mente durante ese proceso?
—Trato de hacer una especie de escaneo y de visualizar dónde quiero poner la flecha, además de medir el viento, recordar cómo está tirando tu rival; en esos últimos instantes no tienes que pensar en la familia, en nada; tienes que bloquearte y para estos grandes eventos te preparas para no tener emociones.
—¿Estás preparada para ser medallista? ¿Tu último gran sueño es ganar en Río?
—Es para lo que nos estamos preparando, y ese es el gran objetivo. Sí va a ser muy complicado, hay muchas exigencias, pero las expectativas son el podio, van a estar las mejores del mundo… Pero sí, también es mi gran sueño volver a ganar una medalla olímpica”.
—¿Tu última gran ronda de flechas?
—Fíjate que fue en la Copa del Mundo de Turquía (en junio pasado), me encantó cómo tiré, desafortunadamente perdí en el desempate, pero los tres primeros partidos que tiré los hice muy bien y los gané 6—0 (cada set da dos puntos) y me sentí muy, muy bien.
Foto: Antonio Cruz/NW Noticias.
—¿Y tu última gran decepción?
—Fue en Shangái (otra fecha de la Copa del Mundo, pero esta tuvo lugar en mayo) porque venía tirando muy bien y tenía la idea de hacer trizas a mis rivales, pero a la que hicieron trizas fue a mí.
—¿Tu último gran proyecto?
—Terminar mi carrera de psicología (estudia en la Universidad del Valle de México), la cual intentaría encaminar al deporte, ya que no me veo fuera de él. Me encanta mi deporte y me gustaría darlo a conocer más, y también me gustaría poner una escuela de tiro con arco para preparar a los niños y que conozcan este bello deporte.
—Por último, Aída, ¿qué crees que pasará en Río?
—Mira, el tiro con arco es muy difícil y he aprendido a ya no tomarme las cosas tan personales. Si gano, ¡qué bien!, y si no, sabré que di mi mejor y máximo esfuerzo. Así es este deporte.