Chihuahua, Chih.- Mathew y Brandon son dos pequeños
de 9 y 8 años, respectivamente que han sido diagnosticados con
trastorno de hiperactividad y déficit de atención –TDH-, sin
embargo, eso no ha impedido su desarrollo integral como personas, por
el contrario, los ha llevado a sobresalir gracias a su imaginación y
creatividad. Y es que cada uno obtuvo el primero y segundo lugar,
respectivamente en el Concurso Nacional de Cuento denominado “Te
cuento mi cuento” en el que se participaron 313 menores con TDH de
todo el país. Karina Sarmiento, Psicóloga del Centro de
Hiperactividad y Déficit de Atención, informó que “el concurso
se trata de que los niños escriban un cuento que generalmente son
proyecciones que tienen los menores de su propia historia con el
TDH”.
Explicó que todos los
participantes son niños diagnosticados y tratados y en el caso
específico del centro donde se atiende a los pequeños, la
participación fue de 80 niños a los que se sumaron menores de
Juárez y otros puntos del estado así como aquellos convocados por
médicos particulares. En el caso de los triunfadores, indicó que
“Brandon es un niño que llegó al centro siendo casi un bebé y ha
tenido grandes mejorías de tipo conductual mientras que Mathew
ingresó en abril pasado y ha tenido mejorías muy notorias en cuanto
a la hiperactividad y control de impulsos”.
Informó que en días pasados,
Mathew y Brandon viajaron a la capital del país a recibir sus
respectivos reconocimientos así como un premio por el trabajo
realizado.
Testimonios
Mathew
Chacón Maguregui
tiene 9 años y el cuento que lo hizo acreedor del primer lugar se
titula “El Alienígena”. El pequeño explica que “el personaje
hizo una broma con un teléfono intergaláctico, algo que era ilegal
pero él no lo sabía por lo que terminaron llevándolo a la cárcel”.
La idea, agrega, simplemente se le ocurrió porque “siempre veo
programas raros y graciosos en la tele”. El pequeño asegura que él
inventó todo lo relacionado con el alienígena “porque me gusta
escribir historias” y aunque aún no sabe a qué se dedicará
cuando sea adulto, tiene claro que “a nada que sea ilegal”.
Brandon
Orozco Medrano,
de apenas 8 años, es la segunda vez que obtiene un triunfo en este
concurso, ya que el año anterior fue uno de los ganadores. A su
corta edad cursa el cuarto año de primaria y asegura que le gusta la
lectura, el basquetbol, las matemáticas, los exámenes son
“superfáciles” y sólo la tabla del 9 le ocasiona conflictos.
“En la escuela no me gusta ir al recreo porque es muy aburrido y
prefiero quedarme en el salón aunque el profesor me dice que salga a
jugar y yo digo que no”.
Su cuento se titula “La piedra
negra” y de acuerdo con él mismo, “trata de unos niños que
encontraron una cueva y aunque su madre les advirtió que no la
tocaran, no hicieron caso y se convirtieron en piedra”.
Hay desinformación en escuelas
para atender niños con TDH
-Algunos maestros no quieren
batallar y relegan a los niños: padres
Los menores con Trastorno de
Hiperactividad y Déficit de Atención siempre son muy señalados, y
en las escuelas hay desinformación en algunos maestros que no tienen
la preparación necesaria para atenderlos, señala Guillermina
Hernández, abuela de Brandon. Asegura que los docentes en ocasiones
“se desesperan porque el grupo se desestabiliza ante un compañerito
con estas características”. Sin embargo, agrega, “me siento muy
orgullosa de mi nieto más que nada porque para él fue muy motivante
este concurso, se sentía muy especial y reconocido ya que al ser
señalados constantemente y de pronto estar en un entorno amigable y
de reconocimiento le mejora mucho la autoestima. Antes era un niño
que se escondía debajo de la mesa, no participaba en nada pero ahora
ha cambiado muchas de esa conductas iniciales”.
Por su parte Sandra Maguregui,
madre de Mathew, narra que el camino de acompañamiento con su hijo
ha sido complicado ya que para poder saber lo que sucedía con él
visitaron el consultorio de diferentes médicos, en el jardín de
niños les habían dicho que era sordo, hasta que finalmente tuvieron
un diagnóstico.
“Empezaron a
darle medicamento pero a veces en las escuelas eso no es suficiente,
dependemos mucho de los maestros, a algunos no les gusta batallar
porque les mueve todo lo demás y mejor lo empiezan a relegar. Es un
niño muy inteligente y si el maestro es abierto a trabajar con él
avanza muy rápido. Empezamos a traerlo al centro apenas hace unos
meses, en abril pasado, y sí se nota la diferencia, en la escuela ha
mejorado y afortunadamente este año la maestra que nos tocó está
enfocada en que el niño tiene potencial. Los maestros deben hacer
conciencia en que no todos somos iguales y que cuando tengan un niño
así traten de canalizarlo. Que hagan su trabajo con el mismo amor y
vocación que tuvieron al elegir la profesión porque como padres es
muy difícil que los maestros no te ayuden”.